El tripartito mantiene a la concejal procesada por injurias a la Corona

La cúpula del ejecutivo municipal de Alicante mantiene su posición inmovilista respecto al primer escándalo que ha salpicado el Consistorio durante su breve mandato. El tripartito que ostenta la vara de mando de la ciudad, formado por la unión de PSOE, Compromís y Guanyar Alacant, mantiene hasta la fecha a la edil Marisol Moreno en su cargo. «La Roja», como se hace llamar en su faceta de monologuista, se encuentra en el punto de mira desde que ABC destapase el pasado mes de julio unos mensajes en sus redes sociales en los que cargaba contra la clase política en su conjunto, las fuerzas de seguridad del Estado y la Familia Real, a los que llamaba «borrachos y asesinos», además de «hijo de puta» al Rey.

Marisol Moreno, que percibe unos emolumentos de 50.600 euros por sus funciones como concejal de Juventud y Protección Animal, fue procesada el pasado día 9 en un auto del juez José de la Mata, que consideraba que las frases de Moreno en sus publicaciones en internet eran «absolutamente vejatorias y ofensivas», además de constituir «insultos directos sin matiz ni interpretación alternativa alguna», al hilo de la justificación que la propia protagonista dio a sus palabras, escudándose en sus representaciones en el mundo del humor.

Natxo Bellido, líder y portavoz de la formación nacionalista Compromís en Alicante, mostró ayer su «sorpresa» por la decisión del juez. El magistrado adujo que la Constitución «no reconoce el derecho al insulto» y que las palabras de Marisol resultan «completamente impertinentes para expresar las opiniones». José Císcar, presidente del Partido Popular en la provincia de Alicante, afirmó ayer que el alcalde, el socialista Gabriel Echávarri, está «secuestrado por Miguel Ángel Pavón –concejal de Urbanismo y número uno de Guanyar Alacant–, débil y sin capacidad de decisión», además de exigir su cese y que no siga «dando una imagen de la ciudad de Alicante que no se corresponde con la realidad». Echávarri se enfrenta ahora a sus propias palabras, tras haber afirmado que replantearía la continuidad de Moreno en función del avance del proceso judicial, por el que ya ha sido imputada y procesada.