Las lluvias alivian la sequía en el campo e inundan el litoral
Aunque muy intensas en algunas zonas, donde provocó inundaciones y desprendimientos, las lluvias caídas tanto ayer como en los últimos días en la Comunidad Valenciana han dado un alivio al campo, que atravesaba una de las sequías más acuciantes de los últimos tiempos. Los entre 40 y 60 litros por metro cuadrado que se llegaron a registrar fueron calificados como «bendición y auténtica maravilla» por el presidente de Asaja en Alicante, Eladio Aniorte, que explicó la importancia que el agua tiene en este momento tanto para ahorrar riego como para bajar las temperaturas. En términos similares se expresó Enrique Sánchez, de La Unió, quien destacó la incidencia positiva que tendrá en la uva de mesa y en el olivar. No obstante, recalcaron que el mejor momento para que caiga el agua es en primavera, y al ser posible en las cabeceras de los ríos para poder contar con ella durante todo el año. Una escasez que provoca conflictos como el del trasvase Tajo-Segura, el cual llevó ayer a la presidenta del PP en la Comunidad, Isabel Bonig, a reunirse con el secretario de Estado de Medio Ambiente para trasladarle la necesidad de que se realice, a la vez que reprochó a Ximo Puig, presidente del Consell, que no sea él quien abandere esta lucha por los intereses de la autonomía. Además, mencionó que el sistema de desaladoras que el nuevo ejecutivo regional pretende impulsar puede ser una alternativa en determinados momentos, pero nunca una solución para que no se lleve a cabo el trasvase.
Protección Civil, de acuerdo con las predicciones de AEMET, avisó ayer de que las fuertes precipitaciones podrían continuar durante todo el día de hoy en el litoral de Valencia y Alicante, con lluvias acumuladas de hasta 40 litros por metro cuadrado en una hora. Además, el agua provocó unos incidentes en la provincia. El desprendimiento de un talud junto a la carretera autonómica CV-810 a la altura de Mutxamel obligó a cortar uno de los carriles, según la cuenta de Twitter de Emergencias de la Generalitat Valenciana. El desprendimiento se produjo en el kilómetro 3 de la citada vía y, a continuación, las piedras comenzaron a ser retiradas de la calzada. A este se sumaron otros episodios parecidos a lo largo de la mañana en la provincia alicantina, como un deslizamiento de terreno ayer en el kilómetro 7 de la CV-920, en Benejúzar, y otro previo en la CV-950, que dirige al pantano oriolano de Torremendo, entre esta pedanía y Vistabella. Además, se dieron llamativas imágenes en algunas calles de localidades costeras, como Benidorm o Altea, donde la cantidad y fuerza del agua inundó algunas de las calles y paseos que desembocan en el mar.