LA NUEVA ADMINISTRACIÓN

He seguido con interés los discursos de investidura y toma de posesión de Ximo Puig. Y es difícil no estar de acuerdo con sus líneas básicas: rescate de las personas, lucha contra la corrupción, gobierno centrado en las personas, impulso de un nuevo modelo productivo y financiación autonómica justa. Ejes de actuación política que tenemos que reconocer, máxime en esta fase de casi reconstrucción tras una crisis muy dura.

Y ese concepto, estabilidad en las políticas, es el más importante para salir de la crisis. Estabilidad, confianza en el futuro como consecuencia de la convicción de que estamos ante una administración que apuesta por el desarrollo empresarial que es la mayor vía de progreso de la sociedad.

Aquellas líneas del discurso del presidente de la Generalitat no son en realidad conjuntos disjuntos, sino engranajes de un mismo motor cuyo objetivo debe ser poner de nuevo en marcha la economía. Y ese motor funciona a partir de las empresas, de su confianza en el futuro, de su capacidad para innovar, de la colaboración estrecha entre empresarios y administradores públicos desde la lealtad mutua, de las políticas de promoción de la innovación, de la búsqueda de consensos de máximos, de la apuesta firme por crecer juntos, de la identificación de nuevas industrias sostenibles, no afectadas con tanta intensidad por los ciclos como ha ocurrido en los últimos años con sectores como el de la construcción.

Estamos expectantes ante la concreción de esa nueva política industrial que esperamos se haga desde la profesionalidad y el consenso con todos los empresarios, trabajadores y centros de análisis y desarrollo sectorial porque sin duda la Comunidad solo puede ser un proyecto compartido al que cada uno de nosotros aporte su parte.