Viaje a La Rioja a través de la comida
En Logroño, una de las ciudades en las que mejor se come de España, los amantes de la gastronomía acuden incesantemente a la calle Laurel. Es una de las vías del casco antiguo reconvertida en paraíso del comer, zona tradicionalmente asociada a los pinchos y el buen vino. En Elche, un pequeño y céntrico local ha sido bautizado con el nombre de La Laurel, y el mejor homenaje a su fuente de inspiración no podía ser otro que la importación de aquello que la distingue. La Laurel, en su acogedor comedor -patio interior incluido- sirve deliciosos y sorprendentes platos supuestamente tradicionales. Innovación desde lo más básico, como su pulpo servido con pimentón y una fina salsa en una copa de palmera, para comer con una cucharilla como si de un postre se tratase. Inmejorable tortilla, patatas realmente bravas, un tataki de atún rojo tan sencillo como sabroso y variedad de pinchos, como el de hamburguesa con queso viejo o el de solomillo con foie. Además, dulces y cambiantes postres, diferentes casi cada día pero siempre perfectos. Buenos vinos, grandes platos y una atmósfera cálida y agradable para transportar a los comensales hasta la pequeña calle riojana a través del sabor.
Tras más de una decena de representaciones, la mítica compañía Tricicle afronta sus últimas actuaciones en Alicante. Carles, Joan y Paco recurrirán a su archiconocido lenguaje gestual para hacer reír al público mediante una hilarante sucesión de «gags» que se sucederán a toda velocidad. Las risas comenzarán antes de que terminen las anteriores, casi sin que al público le dé tiempo a procesar todo lo que ocurre en el escenario. Tres funciones en el tiempo de descuento para disfrutar de un espectáculo único, divertido y por el que vale la pena pagar.