DESDE EL SUR
TORREVIEJA ETÉREA
Si es que no lo pueden remediar. A lo largo de las últimas semanas veo publicadas en prensa escrita numerosas lindezas de los partidos políticos que concurren a las próximas elecciones municipales y autonómicas del 24 de mayo. Algunas son originales y viables, otras se me antojan con demasiado tufillo a manipulación y demagogia. Esta misma semana se hacía público que el PSPV va a obligar a sus candidatos, a través de una especie de contrato, a aportar voluntarios a la campaña electoral. Hasta aquí todo perfecto. El problema es que el número de voluntarios que Ximo Puig va a «exigir» a cada población me parece excesivo, por utilizar un adjetivo lo más suave posible.
El secretario general del PSPV quiere que las localidades más importantes de la Comunidad Valenciana aporten a la campaña miles de personas dispuestas a colaborar con la causa socialista. Así, por ejemplo, Alicante deberá contribuir con 2.500 voluntarios, Elche con 2.400, Benidorm con 1.500, Alcoy y Orihuela con 1.000 cada uno…
Torrevieja, la quinta ciudad más importante en número de habitantes de la Comunidad y la tercera de la provincia de Alicante, no aparece. Torrevieja es invisible para Ximo Puig y para la dirección del PSPV. Y no es ni la primera ni seguramente la última vez que les ocurra. Ya en la década de los 80 del pasado siglo XX Torrevieja y gran parte de la comarca de la Vega Baja no existía para Joan Lerma, presidente en aquellos tiempos de la Generalitat. Lerma se convirtió en persona non grata por estas tierras al asegurar que la Comunidad Valenciana terminaba, por el sur, en Guardamar del Segura, seguramente asesorado ya en aquella época por un joven Ximo Puig.
Torrevieja etérea, que diría mi buen amigo Jonás. No cuenta para los socialistas valencianos la ciudad de la sal, quizás porque al sacar el mapa de España del cajón del olvido todavía la tienen ubicada en otra comunidad autónoma. Una verdadera pena.