DESDE EL SUR
EXTRAÑOS COMPAÑEROS DE CAMA
Hace ahora un año le dediqué un artículo de opinión al alcalde de Benidorm titulado «Mi nuevo ídolo». Tengo que reconocer que Agustín Navarro continúa siendo uno de los políticos más peculiares de nuestro país. Llegó a la alcaldía casi por casualidad y desde entonces se ha caracterizado por su preparación, transparencia y sus artes para colocar en el consistorio a toda una tropa de amigos y allegados al PSOE. Ahora su fiel aliada Gema Amor lo ha traicionado. A falta de tres meses para la celebración de las elecciones municipales y autonómicas y en vísperas del Día de San Valentín, se les acabó el amor de tanto usarlo. Aseguran las malas lenguas que se trata de una clara estrategia de la edil liberal para desvincularse del PSOE y soltar el lastre que le ha dado poder y buenos emolumentos durante casi cuatro años. Así es la política del Siglo XXI o al menos así pretenden algunos que sea. Dicen que Gema Amor es más lista que el hambre. Ha dejado demasiadas cosas en el camino con la intención de convertirse algún día en alcaldesa de la capital turística de nuestro país. Y mayo de 2015 puede ser el momento en el que, si juega bien sus cartas, la vara de mando se quede en su poder. Los malos malísimos que analizan y conocen bastante bien la política provincial apuntan a un posible pacto con el Partido Popular. Apuntan que con Gerardo Camps de candidato un pacto entre PP-CDL sería más que posible, siempre y cuando Pepe Císcar se viese obligado a tragarse ese sapo de grandes dimensiones. No olvidemos que Gema Amor, al igual que otros ex del PP, es la autora material de que los populares perdiesen la alcaldía de Benidorm en 2011 y eso, algunos, nunca se lo perdonarán. Sin embargo, en política siempre aparecen extraños compañeros de cama, por lo que no descarten que la benidormí se convierta en la fiel aliada de un Partido Popular que en solitario no tiene visos de alcanzar la mayoría absoluta de la mano de Gerardo Camps.