BRINDIS AL CENTRO

Así que no era tan difícil. Parece que bastaba simplemente con querer para dar un giro total a la política local. Tener la voluntad de acabar con la sumisión que tanto había lastrado la imagen de la corporación municipal. De los concejales a la exlideresa y de ésta a un contratista al que se empezó a alimentar con migajas a mediados de los 90 hasta crear un monstruo empresarial que necesita contratos por arrobas para calmar su públicamente reconocida insaciabilidad.

Argumentaba Sonia Castedo en su entrevista-presentación televisiva que como alcalde había que sentarse con Enrique Ortiz (no dijo si en corro en el pasillo de un hotel) y tenerle en consideración porque da empleo a miles de personas en Alicante. No se daba cuenta –¿o quizá sí?– de que ese era el problema, llegar a esa situación cuando lo mejor es que sean muchos y variados emprendedores los que puedan generar esa misma cantidad de trabajo. Gobernar, lo llaman.

A ello se ha puesto Miguel Valor, que no es el mejor orador del mundo pero que de política y consenso ha demostrado en sólo unas semanas saber mucho. Con la retirada del PGOU y la no renovación de la contrata de limpiezas manda un mensaje a los pequeños, medianos e incluso grandes empresarios. Aquellos que hace ya más de una década dejaron de acudir a las licitaciones locales porque era fácil apostar con nulo margen de error por quién iba a ser el adjudicatario.

El gesto también está dirigido a ese voto de centro que decidirá si se prorrogan las dos décadas de dominio popular en la ciudad. Ciudadanos con criterio que, teniendo al PP como referente ideológico, dejaron de sentirse identificados con él por el sonrojo que les causaban los piropos empalagosos de conversaciones ya conocidas por toda España, y que si no dieron la espalda del todo fue por el secarral de alternativas e invernadero de luchas internas que ha demostrado ser la oposición.

Génova también lo ha captado. Como el soplo de calma que ha insuflado el alcoyano tranquilo en un grupo municipal en el que la carrera por ser alcaldable se ha relajado e incluso pospuesto.