LA EVOLUCIÓN DE FITUR

Acabo de llegar de Fitur por cuestiones laborales. Dos días en una de las mayores ferias internacionales de turismo del mundo. Se podría decir que este año se ha constatado la recuperación casi total de un sector imprescindible para nuestra economía. La Comunidad Valenciana ha ido de nuevo de la mano con sus diferentes marcas turísticas, incluida Benidorm. En esa zona común de egos políticos de nuestra región se pueden sacar muchas conclusiones de las conversaciones que algunos de ellos mantienen en las horas muertas de la Feria, que son muchas. A más de uno nos sorprende ver a varios de ellos juntos, en conversaciones privadas y cuasi secretas en los desnudos pasillos de la feria, de distintos signos políticos pero con las mismas ansias por continuar en sus cargos. Fitur se convierte esta semana en el centro político de las autonomías porque todos quieren salir en la foto. Es una especie de hoguera de las vanidades en las que los empujones a la hora de dejarse ver y las crónicas publicadas se miran con lupa para comprobar quién ha tenido más éxito. Algunos saben colocarse como nadie en el mejor sitio para ser fotografiados con los grandes de la política española, aunque me aseguran que más de uno gimotea por los pasillos sabedor de que su final en el poder será el 24 de mayo de 2015. Los más sensibles son, sin duda, algún que otro alcalde del PP, más que nada porque son los que gobiernan en casi el 100% de los pueblos y ciudades de nuestra comunidad. Los socialistas bastantes tienen con el huracán Podemos y su desconcierto histórico por estar alejados del poder durante 20 años. Fitur cumple un año más pero continúa igual que siempre. Da igual que estemos o no en crisis. Pasamos de la opulencia y el despilfarro a la hora de confeccionar stands a la moderación en el gasto en tan solo un lustro. Ya dejaron de existir lujosos stands pero los políticos continúan vendiendo sus productos turísticos con la misma ilusión de antaño. Si en algo se ha evolucionado es en eso, en intentar vender sus productos sin tener que gastar cientos de miles de euros en promocionar sus marcas. Bien vamos.