OTAN NO, CASTA FUERA

«El acuartelamiento de Rabasa debería ser motivo de orgullo para cualquier alicantino»

SI de algo sirvió la consolidación democrática iniciada por el PSOE de Felipe González, tras la debacle de UCD, fue para sacudirse la caspa trasnochada de la izquierda más a la izquierda e integrar a España en los ámbitos de poder consecuentes con el papel internacional que desde entonces ocupa. Entre ellos, la Unión Europea y la OTAN. Qué lejos, argüíamos, quedan ya las «manifas» contra las bases norteamericanas por parte de comunistas y sindicalistas. Pero hete aquí que el salvador que nos manda el destino para expiar nuestros pecados va y declara en el diario italiano La Repubblica que si Podemos gobierna nos sacará de la Alianza Atlántica.

Más allá de lo contentos que deben estar en Rota y Morón, cuyas economías locales se sustentan gracias a los dólares norteamericanos, Pablo Iglesias debería llamar a Julián García Vargas, exministro de Defensa socialista, para que le cuente lo que hicieron con su vehículo oficial sus conmilitones en la base aérea de Torrejón de Ardoz cuando la visitó en pleno proceso de desmantelamiento: quemárselo. Y sucedió así porque los que se quedaron sin pan no fueron los militares, sino los trabajadores civiles contratados por los «imperialistas». Al margen de las cuestiones sociales que conllevaría la boutade podemista, la base gaditana de Rota, con su escudo antimisiles, es hoy día el único parapeto de España contra el auge yihadista del norte de África. Así de claro.

Pese a que el contingente militar de Alicante es mucho menor que en otras provincias, la presencia de un cuerpo de élite como los Grupos de Operaciones Especiales (GOE) del acuartelamiento del Mando de Operaciones Especiales de Rabasa debería ser motivo de orgullo para cualquier alicantino, habida cuenta de que desde que recuperamos presencia internacional han ayudado en la resolución de multitud de conflictos internacionales. Sirvan estas líneas de homenaje a su labor mientras nos preparamos para regresar al pasado y escuchar ¡OTAN no! ¡Casta fuera! Nótese el cambio de bases por casta, pues el resto de la música suena igual de rancia.