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La aviación en la Primera Guerra Mundial
Los últimos caballeros de la guerra
El uso de la aviación en la Primera Guerra Mundial comenzó como herramienta de observación del campo de batalla, objetivo que cumplió perfectamente. Pero pronto se transformó en otra cosa. El cielo se convirtió en otro escenario bélico. No fue la primera vez que se utilizó la aviación como algo más que una herramienta de observación, pero sí que inició la división de la aviación en función de sus usos: observación, bombardeo o cazas para proteger a los dos anteriores.
La aviación fue junto a los carros blindados, las armas químicas, las armas automáticas o los submarinos una revolución en cuanto a armamento. Pero de todos ellos posiblemente fuera en la aviación donde quedó el último vestigio de usos caballerescos en la guerra. Es cierto que no podemos olvidarnos que la intención de unos y otros era el aniquilamiento del contrario, empleando cualquier medio a su alcance. A pesar de ello, se mantuvieron algunos códigos en los que el adversario era respetado. El Barón Rojo –al que algunos estudios recientes le describen casi como un psicópata- fue honrado por sus enemigos que incluso pagaron su entierro.
La fotografía de hoy tiene además otro interés. Está hecha en octubre de 1918. La Primera Guerra acabó a las 11 horas del día 11 del mes 11 de 1918. Pero se siguió luchando hasta el final. Quién sabe si alguno de estos jóvenes que posan ante la cámara en los campos de Francia no moriría en alguna de las peligrosas misiones que llevaron a cabo.
La fotografía es de Louis Hugelmann, reportero francés que publicó en Blanco y Negro y ABC. No se circunscribía a temas concretos, aunque destacó en moda. Durante la I Guerra Mundial fotografió el conflicto desde el bando aliado, en especial Francia y Bélgica.