El paseo de la Castellana, como otras muchas calles de Madrid (Gran Vía, Abascal o Santa Engracia, la lista sería interminable) ha sufrido una gran transformación en el último siglo, normal si tenemos en cuenta que la población de la capital de España ha pasado de los 600.000 habitantes a los 3.166.000.
Durante la dictadura de Primo de Rivera se convocó un concurso internacional de proyectos sobre la ordenación urbana de Madrid, para poder ordenar el crecimiento de la ciudad. Era el año 1929 y no pudo llevar a cabo. Con la proclamación de la I I República, el problema del crecimiento de Madrid no se detuvo, naturalmente, por lo que las autoridades recuperaron uno de los planes, elaborado por S ecundino Zuazo y Hermann Jansen, que preveía el crecimiento de la ciudad hacía el norte, lo que por entonces era la carretera de Francia. Se demolió el hipódromo y en su solar se decidió crear un gran complejo que albergase dependencias ministeriales, lo que se conocería como Nuevos Ministerios.
Al acabar la guerra civil, Franco ordenó proseguir con la reordenación de aquella zona de Madrid, proyectando una gran avenida, dentro del Plan Bigador, que llegaría hasta la plaza de castilla. La conexión ferroviaria en el subsuelo era parte fundamental del proyecto, de ahí los terrenos que pasaron a ser controlados por RENFE primero y Adif en nuestros días.
Poco tiene que ver el paisaje que esta fotografía de Virgilio Muro nos ofrece de la zona con lo que hay hoy en día. Y todavía menos cuando los terrenos que acaba de adquirir El Corte Inglés a Adif, el último vestigio de aquél proyecto que nació durante la dictadura de Primo de Rivera, se comenzó a ejecutar durante la II República, se prolongó en tiempos de Franco y siguió tras los años de la Transición. La construcción de lo que al parecer será el mayor gran almacén del mundo será un buen remate a tantos proyectos.