Corimbo 2011: un gran vino de Ribera del Duero
Vino delicado en nariz. Fruta muy fina. Barrica evidente, fruta casi licorosa. Muy largo. Vino de disfrute inmediato
Días de muchísima pena, y me anticipo a cualquier presunta enmienda que sobre el vino catado esta semana y mis conclusiones se hiciera. Todo es enmendable, menos la muerte, pero no es culpa de este vino de Ribera, que bien vivo me espera. Corimbo , al que suelo encontrar un hueco cada añada cuando se esmera, y esta vez en público realizo la cata primera, segunda y tercera. Días de muchísima pena en los que las palabras casi no se encuentran cuando el silencio te acecha. No se encuentran. Procedamos a las notas que sobre esas catas hiciera hace tres días, con Corimbo 2011 un par de horas en mi mesa. Vino delicado en nariz. Fruta muy fina, presencia de especias y balsámicos. Barrica evidente, recuerdos de cuero, fruta casi licorosa. Muy largo, algo secante, mayor frescura al fin. Mayor entereza. Vino de disfrute inmediato, y este Corimbo es disfrutable. Ya acostumbrados los sentidos, espléndido vino . Una suave dulzura se desliza, aunque no evita una punta alcohólica al fin que se deshace con unas geniales verdinas con faisán y semejantes albóndigas de rabo de toro. Rematada la faena en el madrileño restaurante El Paraguas. Corimbo 2011, un gran vino. Todo lo demás es tristeza.
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