Cinco Posadas Reales con encanto en Castilla y León

Posada Real Camino, León

Las posadas existen desde hace siglos, cuando los viajes por la península eran de varios días y servían de lugar de descanso para viajeros e incluso animales. Actualmente son alojamientos que ofrecen mucho más que un alto en el camino y se convierten en el destino en sí mismos. Ubicados en edificios con valor histórico, tradicional o cultural, mantienen la esencia de antaño con las comodidades actuales. Mucho más que hoteles con encanto, en estas Posadas Reales encontraremos el descanso que ya encontraran quienes cruzaban Castilla y León a pie o a caballo.

Posada Real Camino, León

Casiopea, Osa Mayor, Corona Boreal… además de dar nombre a las constelaciones lo hacen también a las habitaciones de esta posada situada en uno de los tramos más espectaculares del Camino de Santiago. Nueve habitaciones, un restaurante con cocina típica de la zona como el cocido Maragato y numerosos rincones acogedores donde compartir la jornada o programar una visita a Las Médulas, Ponferrada o Astorga. Pero no es solo su situación lo que hace a esta casa de piedra ser el punto de partida perfecto para excursiones, sino que cuenta también con bodega propia y organizan rutas enoturísticas.

Fuente: Guía Repsol

Hotel Rural Musical, Salamanca

Paredes de piedra, techos de madera y rodeado de castaños y nogales. Suena a lo que realmente es, un oasis donde olvidarnos del móvil y las prisas. Pero no de la música, ya que esta posada real se llama Rural Musical precisamente porque está concebido para que el único sonido que se cuele entre las paredes sea el de la música. Sorprende saber que cuenta con un escenario, instrumentos y hasta equipo de grabación para disfrute de sus huéspedes que aquí se convierten en amigos. Sus cinco habitaciones, en armonía también con el resto de la casa y bautizadas con nombres de estilos musicales: Tango, Pop, Jazz, Blues y Rock.

Fuente: Guía Repsol

Posada Real Casa del Abad, Palencia

Una casa que, como indica su nombre, fue del abad de la Colegiata de San Miguel de Ampudia, construida en el siglo XVII y que ha sido reformada manteniendo el exterior de origen y que actualmente cuenta con 24 habitaciones. Además de un restaurante donde degustar la exquisita cocina típica de la zona, esta Posada Real ofrece a sus huéspedes un completo spa donde relajarse tras un día de turismo. A escasos 30 kilómetros, encontramos Palencia, una ciudad pequeña con mucha historia. Si preferimos actividades al aire libre, la oferta es amplia en esta comarca, la Tierra de Campos: senderismo, bicicleta de montaña o equitación para, además de conocer la zona, hacer deporte.

Fuente: Guía Repsol

Posada Real Las Vegas, Segovia

Una pequeña posada de apenas seis habitaciones para garantizar un descanso total. Porque aquí hay mucho para hacer y vamos a agradecer el contar con unas habitaciones tan acogedoras. Está situada a menos de 10 kilómetros de Pedraza, villa medieval de cuento y muy cerca de las Hoces del Duratón, para quienes prefieran la naturaleza. Pero además, en la misma posada podemos realizar actividades como jornadas de pintura y hasta clases de inglés con profesores nativos. Pero para coger fuerzas es importante un buen desayuno y aquí lo preparan con esmero y con productos locales: pan de pueblo, mermeladas artesanales, repostería casera…

Posada Real El Molino de Losacio, Zamora

Un antiguo molino harinero del siglo XIX sirve ahora como una posada con mucho más que encanto. El espacio que ocupaba antiguamente tiene un museo abierto al público además de un espacio cultural donde habitualmente se realizan actividades ligadas a la gastronomía local. Sus 12 habitaciones son un lujo para nuestro descanso y el de nuestras mascotas si queremos que nos acompañen en esta escapada. La Posada Real El Molino de Losacio está muy cerca de la sierra de la Culebra, a tan solo 37 kilómetros de Zamora y muy cerca de Portugal, por lo que opciones de ocio no nos faltarán.