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Los éxitos deportivos de la Academia de Infantería (1906-1936)

La institución toledana contó con potentes conjuntos deportivos que se enfrentaron a los mejores equipos civiles del momento

Los éxitos deportivos de la Academia de Infantería (1906-1936)

por josé luis isabel sánchez

La labor de implantación de la educación física y los deportes hecha en la Academia de Infantería por el general José Villalba Riquelme, siendo profesor de la misma (1893-1898), jefe de estudios y director (1907-1912), culminaría con la creación de la Escuela de Gimnasia en 1919. Todo ello permitiría a la Academia toledana disponer desde los primeros años del siglo veinte de unos potentes conjuntos deportivos que se enfrentaron a los mejores equipos civiles del momento, venciendo en ocasiones. Fue el fútbol el deporte al que mayor importancia se dio y por ello el equipo de la Academia solo es aventajado en antigüedad por el Bilbao, Barcelona, Español, Real Madrid y Atlético de Madrid, y posee la misma que el Sevilla y el Deportivo de La Coruña. La primera noticia que nos ha llegado de su práctica se remonta al 18 de noviembre de 1906, día en que la Academia se enfrentó en Toledo al Athlétic Club de Madrid, que había nacido tan solo tres años antes.

La cantera de la selección académica provenía de los equipos de cada una de las tres promociones que estudiaban en la Academia, que aprovechaban para su entrenamiento el escaso tiempo libre de que disponían, sobre todo durante las prácticas realizadas en el campamento de «Los Alijares». Así, la prensa nos informa de que el domingo 28 de abril de 1907 se permitió la entrada de familiares y amigos al Campamento, celebrándose por la tarde un campeonato de foot-ball, que tuvo que ser suspendido debido al mal tiempo y continuado el 3 de mayo siguiente.

El 10 de noviembre de 1907 se volvió repetir en Toledo el partido entre el Athlétic y la Academia, resultando ganador aquél por tres tantos a uno.

Continuó el equipo toledano dándose a conocer, y el 3 de marzo de 1908 luchó con el Club Español de Madrid, obteniendo un ajustado resultado, 3 a 2 a favor de éste, dando así a entender la buena preparación y técnica de los cadetes.

También se concertaron partidos con el Real Madrid, que viajaría a Toledo por primera vez en febrero de 1908. Fueron los jugadores madrileños invitados a comer en el Hotel Imperial y a las tres de la tarde, en plena digestión, comenzó el partido, que perdieron los cadetes por siete goles a cero, a pesar de que, según la prensa, desplegaron un juego precioso. No olvidemos que el Real Madrid se había proclamado campeón de España en 1905, 1906 y 1907, y lo haría también en 1908.

Días después se enfrentó la Academia al Club Español de Madrid en los terrenos del «Polígono», campo empleado para probar los fusiles, cuyo paredón se ha mantenido hasta hace bien poco en pie.

Al constituirse en octubre de 1909 la Federación Española de Clubs de Foot-Ball, enseguida se adhirieron veinticinco clubs, entre los que se encontraba el de la Academia de Infantería.

Ya desde 1909 tenía lugar durante las fiestas patronales un campeonato de fútbol entre las tres promociones. Según la orden del Centro:

Con objeto de fomentar los deportes que son tan necesarios para el desarrollo físico de los Alumnos de esta Academia, se instituye un premio consistente en una copa de plata, que se denominará «Copa de Promoción».

En febrero de 1910 los cadetes se desplazaron a Alicante para disputar un partido con el Alicante Recreation Club, al que ganó por 2 a 0. En abril se inscribió la Academia en el Campeonato de Clubs de Foot-ball (lo que hoy es la Copa del Rey, ya que todavía no había Liga), consiguiendo clasificarse tras la eliminatoria por provincias, pero el plan de estudios académico le impidió acudir a la fase final del Campeonato.

En abril de 1911 se celebró el Campeonato en Bilbao y por iniciativa de don Alfonso XIII fueron invitadas a participar en él las academias militares, que se retiraron del Campeonato en protesta general porque el Bilbao había alineado jugadores extranjeros.

Tras enfrentarse dos equipos de cadetes en el mes de mayo en el Campamento de «Los Alijares» ante don Alfonso XIII, en junio retornó a Toledo el Athlétic de Madrid, cuyos jugadores fueron invitados a comer en el Restaurante Español, comenzando el partido a la hora habitual, las tres de la tarde, y venciendo la Academia por 7 a 4. Volverían a competir ambos equipos el 5 de octubre, siendo el resultado de empate a tres goles.

Al Campeonato de España de 1912 acudió el equipo de la Academia, que una vez más se vio obligado a retirarse. En ese mismo año, con ocasión de la festividad del Corpus, el Ayuntamiento organizó un campeonato de fútbol, que fue ganado por el equipo de la Academia.

En 1914 los cadetes compitieron en varias ocasiones contra el Real Madrid, celebrándose uno de los partidos el 15 de marzo en la capital en beneficio de los heridos en Marruecos, y al que asistieron los Reyes y miembros de la Familia Real. Perdió la Academia por 5 a 2, reconociendo la prensa que si bien el equipo madrileño era superior había que tener en cuenta que los cadetes utilizan para entrenarse en fútbol la hora y media que les dejan libre para paseo las tareas académicas, que comienzan a las siete de la mañana y terminan a las diez de la noche, y que la gran dificultad de obtener permisos para salir de Toledo les impide celebrar con clubs civiles otros partidos que aquéllos, no muy frecuentes, que pueden proporcionarles las visitas de los equipos madrileños.

El 15 de noviembre de 1915, nuevo enfrentamiento con el Real Madrid, esta vez en Toledo, pudiendo considerarse que finalizó en empate a uno, siendo juzgado el conjunto toledano como un equipo que ha sabido aprovechar el entrenamiento que su capitán Prada les ha dado, y que, como sigan así, dará muchos disgustos a equipos foráneos.

La baja en la Academia como profesor de quien había sido su entrenador y seleccionador, el capitán Adolfo Prada Vaquero, quizá pudo ser el motivo del decaimiento del equipo, cuya actividad quedó reducida a los enfrentamientos internos. En 1920 se reorganizaron los equipos de fútbol de los diferentes cursos, con lo que muy pronto la Academia volvió a intervenir en campeonatos. En marzo de 1922 se enfrentó a la Sociedad Deportiva B.A.T. (Banco Alemán), siendo el resultado de empate a dos tantos.

Dos años después, un ex miembro de la Federación que les había visto jugar declaraba lo siguiente: «La Academia posee un gran número de jugadores, haciendo sumamente difícil el seleccionar un primer equipo. Más fácilmente se logra la composición de dos primeros equipos, que pueden representarla dignamente».

Reiniciadas las competiciones, la Academia se enfrentó el 1 de abril de 1924 contra el Colegio de Huérfanos y contra una selección toledana en los campos de la Escuela de Gimnasia. Dos meses después el periódico «El Castellano» organizó un campeonato en el que el día 22, con un tiempo malísimo, lucharon los equipos del F.C. Toledo y el de la Academia, ganando éste por 2 a 0. Poco a poco fueron mejorando las instalaciones pertenecientes a la Escuela de Gimnasia, de manera que en 1925 se valló el campo de fútbol, se colocaron sillas para los espectadores y hasta se inauguró un bar, al que se dotó de una pianola para amenizar la estancia en él.

Los equipos de la Academia y el Ciudad Lineal del Hogar Vasco lucharon el 5 de abril de 1925, y el 19 del mismo mes tuvo lugar un festival deportivo en la población de Mora (Toledo) coincidiendo con la inauguración de su campo de deportes, el primero que se construía en un pueblo de la provincia. Contó el acto con el apoyo de la Academia de Infantería y de la Escuela de Gimnasia y con la presencia del general Villalba, y durante él compitieron los equipos de la Academia y la Unión Deportiva de Mora, venciendo el primero por 2 a 0.

También en el mismo mes luchó la Academia contra el Ciudad Lineal, al que ganó por 1 a 0 y en diciembre repitió el triunfo con el equipo reserva del Racing de Madrid, al que derrotó por 4 a 3. El equipo académico seguía asombrando a sus contrincantes por la resistencia que demostraba en los partidos.

La suspensión de convocatorias de ingreso a partir de 1926 como consecuencia de la creación de la Academia General Militar, trajo consigo la disminución del número de alumnos y con ello la desaparición de los equipos deportivos.

Al llegar la república se reunieron en Toledo las Academias de Infantería, Caballería e Intendencia, que pronto formaron un equipo de fútbol, cuya primera intervención fue el 5 de octubre de 1931 con motivo de la recién nacida Fiesta del Ejército, que sustituía a los prohibidos Patrones/as de las Armas y Cuerpos. En dicho día se enfrentó el equipo académico al Toledo F.C., al que derrotó por 2 a 0 y cuyos beneficios se destinaron a los obreros en paro. La crónica del partido decía del recién nacido equipo: «El equipo de la Academia cuenta con elementos de fuerte constitución, y en algunos la técnica de juego está solo falta de varios encuentros que les permitan una perfecta inteligencia con los demás jugadores».

Rugby, béisbol, baloncesto y balonmano

La importancia que fue perdiendo el equipo de fútbol de la Academia la iría ganando el de rugby, que llegó a participar en campeonatos regionales y nacionales. El primer partido de este deporte que se presenció en Toledo fue el 16 de noviembre de 1924, cuando el equipo de la Academia se enfrentó al de la Colonia Inglesa de Madrid. Los visitantes fueron recibidos en Zocodover por los cadetes y acompañados a un recorrido turístico, siendo posteriormente invitados a comer. Tras el partido, que finalizó en empate, se les invitó a un lunch en el pabellón de oficiales de la Escuela.

Con el fin de seleccionar al equipo que había de enfrentase al de la Academia, jugaron el 11 de enero de 1925 los del Athlétic de Madrid y Real Madrid, triunfando este último por 27 a 0. El siguiente partido tuvo lugar el día 25 en el campo de Chamartín, cayendo derrotado el equipo académico por 23 puntos a 9; según la prensa, se pudo apreciar la superioridad de los blancos, con quienes se alinean varios excelentes elementos extranjeros, mientras los cadetes demostraron excelentes aptitudes, pero les falta mucho que aprender. Al final del mismo se reunieron los componentes de ambos equipos en una comida de fraternidad servida en las instalaciones del mismo campo. Ambos equipos se habían enfrentado recientemente en Toledo con el resultado de empate.

El 8 de marzo siguiente, la Academia ganó por 24 a 0 al equipo del Athlétic Club de Madrid en encuentro celebrado en el campo de la Escuela de Gimnasia.

Durante el mencionado festival deportivo celebrado en la población de Mora el 25 de abril de 1925, tras unas demostraciones de gimnasia educativa y atletismo, el primer y segundo equipo de rugby de la Academia realizaron una demostración de este deporte.

Organizado por la recién nacida Federación Centro, en febrero de 1926 tuvo lugar el Campeonato Regional de Rugby, en el que participó el de la Academia junto con los del Athlétic, Equitativa, Ferroviaria y Gimnástica. El 14 de febrero empató a 6 con el primero de ellos y el 7 de marzo venció al segundo por 69 a 0. Llegó el tercer partido, pero al no poder el equipo de la Academia trasladarse a Madrid, se ofreció la Equitativa a viajar a Toledo. Tras este partido, la Academia encabezaba la clasificación con 8 puntos, seguido del Athlétic Club, con 5, Gimnástica 4, Equitativa 2 y Ferroviaria 1. El 4 de abril la Academia derrotó a la Gimnástica por 16 a 0. Empatados a puntos los equipos de la Academia de Infantería y del Athlétic Club, jugaron el desempate el 18 de abril en el Stadium Metropolitano de Madrid, con victoria de los cadetes por 9 a 5, quedando la Academia campeona de la Zona Centro sin haber perdido ni un solo partido de la competición. Celebrada la final el 13 de mayo en el campo de San Baudilio de Llobregat, resultó campeón el Barcelona.

En 1972 el periódico ABC hacía un recorrido a través de la historia de este deporte y recordaba que aunque en Madrid comienza a jugarse al rugby en 1923, la primera competición oficial se celebró en la temporada 1925-1926 y en ella tomaron parte cuatro equipos: Atlético F.C., A.D. Ferroviaria, R.S. Gimnástica Española y Equitativa Fundación Rosillo. Fue vencedor la Gimnástica. Pero el primer campeonato castellano, jugado esta misma temporada, se lo adjudicó la Academia de Infantería de Toledo. Una vez constituidas las Federaciones Catalana y Castellana, se crea en 1923 la Federación Nacional de Fútbol-Rugby, con domicilio en Barcelona. Entre la Castellana y la Catalana se organiza el primer campeonato de España en la temporada 1925-1926. El escenario del mismo tiene lugar en Barcelona, y llegan a la final dos equipos: el Barcelona C.F. y la Academia de Infantería de Toledo. Victoria del Barcelona por 19 a 0.

La Academia y la Escuela de Gimnasia fueron también divulgadoras de un nuevo deporte: el béisbol, cuyas reglas y técnica se estudiaban en ellas, por lo que la primera pudo ya disponer de dos equipos en 1917, entrenados por el capitán -y también jugador- Miguel Múzquiz, que se enfrentaron, entre otros, al Madrid-Stars, Cultural y Athlétic.

En cuanto al baloncesto, aunque hacía tiempo que la Academia de Infantería, unida desde 1931 a las de Caballería e Intendencia, había formado su equipo, hasta 1932 no compitió fuera de Toledo. En ese año la Federación Centro de Basket-Ball concertó partidos entre la Academia y el Real Madrid, jugándose el 21 de febrero en el campo de Chamartín. El 28 de febrero se trasladó el Real Madrid a Toledo, donde fueron recibidos por el comandante Ricardo Villalba Rubio y el capitán Emilio Vela Hidalgo. Según la prensa: desde el comienzo se llevó el juego a gran tren, realizándose excelentes combinaciones por ambas partes. Inaugura el marcador la Academia, consiguiendo dos baskets seguidos, empatando a continuación el Madrid. El partido aumenta de interés, entusiasmando al público, numerosísimo, por la igualdad de los equipos. Especialmente los militares juegan con gran codicia y superan en velocidad al Madrid. En algunos momentos llevan ellos ventaja en el tanteador, quedando empatados en 12 puntos al llegar al descanso. La segunda parte comienza con iguales características, y los empates van sucediéndose hasta igualar en 18 puntos; pero ya desde aquí los militares no pueden sostener el tren impuesto por el Madrid y se entregan incomprensiblemente. El partido finaliza 27 puntos a 18.

Tras este encuentro se jugó otro entre el segundo equipo del Madrid y un combinado del primer y segundo equipo de la Academia, triunfando ésta por 15 a 11. Terminada la competición, el coronel Gámir, director de la Academia, entregó al Madrid una valiosa copa como recuerdo del triunfo alcanzado.

En cuanto al balonmano, la Escuela de Gimnasia enseñaba su práctica a los alumnos desde 1928. Se jugaba en un campo con las mismas dimensiones del de fútbol y con igual portería y número de jugadores, y se conocía como «balón a mano».

La Academia de Infantería organizó muy pronto su equipo, que en enero de 1931 se apuntó al Trofeo Goróstegui, junto con los del Colegio de Huérfanos, Sociedad Gimnástica, Racing y Toledo. Los participantes debían de enfrentarse, entre los meses de marzo y junio, en cuatro deportes: balompié, balón cesto, balón a mano y balón cesto libre («korfball»). Enseguida comenzaron los entrenamientos y al mes siguiente quedó fijado el campeonato, que debería comenzar el 1 de marzo para finalizar el 21 de junio. No parece que el campeonato se iniciase, pues nunca se volvió a saber de él.

Con la llegada de la República, la Academia de Infantería, Caballería e Intendencia formó su equipo de balonmano, que intervino en el mes de mayo de 1932 en el Campeonato Escolar Militar, enfrentándose a los conjuntos de la Academia de Artillería de Segovia y de la Escuela Naval, a los que derrotó con facilidad. En el mes de diciembre del mismo año se enfrentó a la Sociedad Gimnástica Alemana.

El mérito de los éxitos deportivos de los equipos de la Academia habría que atribuírselos en primer lugar a su impulsor, el general José Villalba Riquelme, así como a sus organizadores y entrenadores, destacando entre todos ellos el capitán Federico Gómez de Salazar y Orduña, excelente tirador de arma larga y profesor de esgrima, quien dirigió las clases de educación física de los cadetes a partir de 1908 y viajó en 1910 a Suecia y Francia para estudiar la gimnasia sueca. A su ascenso a comandante, en 1913, quedó agregado a la Academia para -según su hoja de servicios- consolidar la instrucción gimnástica y poner en completa aptitud de un buen desempeño al que haya de sucederle en dicha enseñanza. En 1920 pasó destinado a la Escuela Central de Gimnasia y al año siguiente fue destinado a Marruecos, regresando enfermo a España seis meses después y falleciendo en Madrid cuando tan solo contaba cuarenta años.

No hay que olvidar al capitán Adolfo Prada Vaquero (1883-1962), que, destinado a la Academia de Infantería en 1910, fue un valioso auxiliar del coronel Villalba en los trabajos de difusión de la educación física. Retirado del Ejército en 1931 con el empleo de capitán, se unió al bando gubernamental en 1936, desempeñando, sucesivamente, los puestos de jefe de los Ejércitos del Norte, Andalucía, Extremadura y Centro.

También hay que recordar, entre otros muchos, al comandante Ricardo Villalba Rubio y al capitán Emilio Vela Hidalgo y García-Ciudad. El primero, destinado a la Academia de Infantería en 1914, se hizo cargo de las clases prácticas de gimnasia; en 1920 fue destinado a la recién creada Escuela de Gimnasia y volvió a impartir en la Academia las clases prácticas de gimnasia, siendo entrenador de los equipos de fútbol y rugby. En 1928 fue destinado en plantilla a la Escuela de Gimnasia, en 1936 fue uno de los defensores del Alcázar, combatiendo posteriormente en la Guerra Civil y en Rusia con la División Azul. En 1943, a su regreso de Rusia, fue nombrado director de la Escuela Central de Educación Física. El capitán Vela, profesor de la Escuela de Gimnasia, fue también defensor del Alcázar y quien dio lectura al bando de guerra en Toledo, falleciendo en acción de guerra en diciembre de 1936.

Los éxitos deportivos de la Academia de Infantería (1906-1936)

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