La afición de un toledano por el atletismo: 18 maratones en 12 meses
Ya en 2013 Alberto Antonio Teijeiro corrió once, incluidos los 101 kilómetros de Ronda. El 19 de marzo de 2014 arrancó un reto que pretendía llegar a los doce en un año. Como le sobró tiempo, participó en otros seis
Lo que empezó para Alberto como un reto personal de doce maratones ( 42.195 metros cada prueba ) en 12 meses ha acabado en 18, cuatro de ellos de montaña, en 361 días. En total, 760 kilómetros. «Al ver que los doce maratones los iba a hacer en la mitad de tiempo, quise saber cuántos sería capaz de hacer», cuenta Alberto Antonio Teijeiro Perezagua, el protagonista de esta historia de superación.
Le llaman «Capi» desde chico. «En la guardería era el único niño y me llamaban capitán; de ahí me quedé con capi», cuenta este atleta aficionado de 42 años, que trabaja en los laboratorios Servier en Toledo.
Trillizo de Teresa y Miryam, «Capi» comenzó su aventura en el Maratón Solidario de Toledo el 19 de marzo de 2014. Nada más terminarlo, en 3 horas 36 minutos, tuvo que ir directamente a trabajar. Sin apenas tiempo para recuperar, cuatro días después corrió el maratón de Palencia, donde acompañó a un amigo para que este intentara bajar su tiempo.
Haruki Murakami
Un mes más tarde, el 27 de abril, disputó el maratón de Madrid por séptima vez consecutiva y en junio corrió una prueba «muy familiar» en Aguilar de Campoo (Palencia). Uno escucha a «Capi» hablar y se acuerda del libro de Haruki Murakami «De qué hablo cuando hablo de correr». «Te pone la cabeza en su sitio –afirma–, ya que lo haces solo casi todo el trayecto y te da para pensar en muchas cosas». En Aguilar de Campoo se sintió grande. «Hice tercero en mi categoría. Sé que no es gran cosa, pero subir a un podio en un maratón que está abierto a todo el mundo hace mucha ilusión», confiesa.
El sábado siguiente corrió la Milla Atlética de Toledo y, horas más tarde, el Maratón Alpino Madrileño , junto con su amigo Javier Garrido, «el que me ha metido el gusanillo de la montaña». Con él logró acabar en 7 horas y 19 minutos.
En julio visitó Pamplona, ciudad que no conocía, y aprovechó para correr de noche el «San Fermín Maratón». Hizo 3 horas 27 minutos. Luego vino Río Boedo (Palencia) en agosto, durmiendo en tiendas de campañas al lado del cauce con sus hijos y su mujer, Susana, su gran apoyo en este desafío. Más adelante, Logroño (el 14 de septiembre) y Bruselas (el 5 de octubre) con la Asociación Puerta de Bisagra.
A continuación, los maratones de Ciudad Real, Murcia y Valencia en mes y medio. Su fisioterapeuta, Raquel Saldaña, fue clave para correr en Málaga el 7 de diciembre y en Pisa (Italia), tres días antes de Nochebuena, con final al ladito de la famosa torre inclinada. «Capi» terminó en 3 horas 17 minutos. Fue su regalo de cumpleaños.
Ya con 15 maratones en las piernas y sin lesiones, encaró el 1 de febrero el de las Vías Verdes en Arganda del Rey y el de Cobeña, ambos en Madrid.
Cerró su impresionante año «maratoriano» con uno de montaña en Cuenca junto con su actual equipo, el «Bikilamanjaro». «El más duro de los 18 para rematar la faena», admite este aficionado, que se ha sacado la espinita de 2013, cuando corrió once maratones en doce meses, incluidos los 101 kilómetros de Ronda. Todo un galgo.