Félix Ramiro: «No iría en chándal a recoger el Dedal de Oro este viernes»
La princesa Beatriz de Orleans entregará el prestigioso «Dedal de Oro» a este sastre de 54 años, que lleva en la moda más de la mitad de su vida
El sastre Félix Ramiro (Menasalbas, 1960) vivirá uno de los momentos cumbre de su carrera profesional en el hotel Westin Palace de Madrid este viernes por la noche (21.00 horas). Allí recogerá el Dedal de Oro 2015 de manos de la princesa Beatriz de Orleans. Un galardón que reconoce a las firmas por su innovación, trayectoria y aportación al sector de la moda nacional. Este premio será un espaldarazo a los treinta años que Félix Ramiro lleva entre agujas y patrones, diseñando moda para hombre. Se atreve con todo, o casi todo. Incluso el año pasado abrió una tienda en la calle de Claudio Coello de Madrid, en plena «Milla de Oro».
—Lo de Claudio Coello fue una osadía, ¿no?
—Había gente que me preguntaba que a dónde iba Félix Ramiro al lado de Carolina Herrera, de Armani o de Elio Berhanyer. Y yo respondía: «A ver si se me pega algo bueno de ellos» (se ríe).
—¿Está usted de moda?
—Intento estar siempre a la última. En este caso, yo creo que sí.
—¿Cómo le gusta que le llaman: modisto o diseñador de moda?
—Diseñador de moda y sastre. Mi tío era sastre y el sastre siempre da respuestas a todas las imperfecciones que tenemos en nuestro cuerpo.
—¿Qué es el Dedal de Oro para usted?
—El reconocimiento a una trayectoria de Félix Ramiro y todo su equipo, además de a sus clientes. El 2015 ha empezado muy bien, con la apertura también de una tienda en Tomelloso (Ciudad Real) y el traslado de la tienda del Centro Comercial Luz del Tajo de Toledo a la de la calle de Colombia, 14.
—¿Cuánta gente forma su equipo?
—Más de cuarenta puestos de trabajo directos entre la fábrica y las tiendas.
—¿Por qué le dio por la moda?
—Desde pequeño siempre me gustó el mundo de las telas y del diseño. Pero yo creo que fue porque mi tío Dionisio tenía un taller de confección al lado de mi casa y todas las tardes, después del colegio, yo entraba a curiosear.
—¿Y por qué ropa de hombre?
—Curiosamente, empecé a estudiar diseño de mujer y, a los tres años cambié. Estaba convencido de que podía aportar mucho más al mundo de la moda del hombre, que estaba mucho más aburrido y abandonado que el de la mujer. Creo que he acertado, aunque tenía a todo el mundo en contra. Me decían que la moda de hombre no dejaba dinero, que era más aburrida... y yo creo que eso me animó.
—¿Hay que tener buenos contactos para llegar arriba en la moda?
—Supongo que sí, aunque en mi caso mis contactos son los amigos y, sobre todo, los clientes que día a día compran «Félix Ramiro». Si no, sería imposible llevar adelante una empresa y pagar la nómina a fin de mes.
—¿Se considera profeta en su tierra?
—Me considero más querido en Madrid que en mi tierra. Llámalo como quieras.
—¿Cómo ha afectado la crisis económica a su negocio?
—Como a todo el mundo. Ha sido y es muy dura. Nos está costando mucho levantar cabeza, sobre todo a la gente que hemos mantenido puestos de trabajo. Hubo empresarios que se quitaron de enmedio a toda la gente que pudieron, que es legítimo. Pero en el caso de Félix Ramiro ha conservado toda su plantilla hipotecando su casa, hipotecando su fábrica, hipotecando todo para que, por medio de préstamos y pólizas, podamos seguir día a día.
—Anuncia en su web una tienda «online» próximamente. A su edad (54 años), ¿qué tal se maneja con las nuevas tecnologías?
—Me costó mucho al principio, pero ahora creo que bien. Me manejo muy bien en Facebook, muy bien en Twitter y, desde el 31 de diciembre, en Instagram. Mi hijo Miguel Ángel y mi hermano me dijeron que tenía que estar en Instagram porque me iba a gustar. Y me va bien, pero tengo muy poco tiempo. Escribo poco, cuando paro en un semáforo o por la noche. Me gustan mucho las redes sociales, me parecen muy dinámicas, muy rápidas y la verdad es que conecto bastante bien.
—¿Qué prenda para hombre nunca se pondrá?
—Depende del momento. Lo que nunca me pondré será un chándal para recoger el Dedal de Oro. Pero sí me lo pondré para ir al ‘gym’ (se ríe).
—¿Cuál es su prenda preferida para vestir?
—Para estar en la tienda, traje, camisa y corbata. Para estar en mi fábrica, pantalón y camisa, sin chaqueta ni corbata.
—¿Espera alguna moda «rara» para los próximos meses?
—En el hombre hay menos modas «raras». Sí está subiendo mucho como tendencia la americana sin forro para chavales, para caballero, en tejidos lavados y algodón, algo muy cómodo, muy ‘casual’. Y también se habla de que sube mucho la tendencia de las bermudas.
—Entonces, es bueno guardar la ropa por si se pone de moda dentro de diez años.
—Es bueno guardar, pero es mejor renovar para que las tiendas funcionen.
—¿A quién le gustaría vestir?
—Me gusta vestir a todo tipo de hombres. Sí me gustaría hacer un traje al Rey Felipe VI.
—¿Y a quién no?
—Mi obligación como sastre es vestir a todo el mundo. Como mi abuelo Agustín, que era molinero y molía para todas las personas que iban. En mi caso, yo tengo que diseñar y hacer trajes a todas las personas que entren en la tienda.
—¿Hacia dónde evolucionará su estilo?
—Que la ropa sea piel de tu piel. Ya no solamente la imagen, que también es importante. Trataré de que las prendas que lleven mis clientes sean parte de su piel.
—¿Es caro vestir bien?
—En absoluto. Mucha gente asocia la moda y el diseño con clavada. Cierto que algunos diseñadores, sobre todo de mujer, lo son para trajes exclusivos. Pero yo tengo muchos trajes con diseño exclusivo de Félix Ramiro por 300 euros con una calidad, un precio y sobre todo un acabado que raya la perfección. Y también los tengo de 180 euros. La relación calidad-precio de Félix Ramiro no es inigualable, sino lo siguiente.
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