Se nos fue nuestro amigo

Días atrás me comunicaron que la grave enfermedad que padecía mi gran amigo J osé María López Morales le había hecho ingresar en el hospital. Era mi querido «Radio Bote», apelativo cariñoso con el que todo el mundo del baloncesto conoció a este fenómeno, como profesional y como persona.

Fuí a visitarlo con la idea de alegrar un poco su enfermedad, después de convivir durante diecisiete años en nuestra Federación; y digo nuestra porque junto con otros, como Paco, Joaquín, Luis, Javier, Julián, Chule, etcétera, fuimos los fundadores de la Federación Castellano-Manchega de Baloncesto.

No teníamos horas, y menos él, que también acudía a la agencia Efe, y a su radio, de ahí el apelativo de «Radio Bote». Nos recorrimos toda la región, haciendo florecer este deporte tan hermoso, llegando a tener diez mil licencias, entre aficionados y escolares.

Cómo lucía José María en los torneos internacionales, de toda índole, y lo mismo escribía una crónica que ayudaba en la organización, no parándose en horas; y el trabajo cumplido y callado, sin protestar nunca, cuando a altas horas de la noche nos comunicábamos telefónicamente para un último detalle.

Un día me pidió un balón, como cosa muy excepcional, para sus hijos. Le regalé tres, junto al agradecimiento más profundo, pues era el último en marcharse, siempre, alejado de invitaciones posteriores. Y es que en casa le esperaban Meli, su esposa, y sus hijos, a los que a lo mejor no había podido ver en todo el día.

Pero todavía le quedaba tiempo para su Atletismo, su otro lujo, y su otro ordenador de datos: cuando faltaba algo, enseguida llamar a José María. Yo creo que estas dos federaciones deberían realizar un homenaje a este gran hombre. Yo se lo rindo desde el corazón y con el recuerdo de un gran señor, con mayúsculas. Descanse en paz.

Expresidente de la Federación Castellano-Manchega de Baloncesto