COMPARATIVA
HTT vs Hyperloop One: dos direcciones para un único destino
Dos empresas compiten por hacer realidad el concepto de tren supersónico aunque utilizan, para ello, diferentes tecnologías
La carrera por liderar el tren del futuro se mueve en dos direcciones. Dos empresas compiten actualmente para cumplir el sueño de un adorable y alocado empresario , Elon Musk , dispuesto a borrar las líneas ferroviarias para sustituirlas por magnificentes tubos de aire comprimido capaces de albergar extrañas cápsulas presurizadas que ejercerán de vagones de pasajeros.
La idea a explorar es asombrosa , pero ¿es factible en una sociedad donde el transporte de raíles está tan arraigado y que supuso uno de los pilares para el progreso y avance del planeta? Técnicamente, es posible, pero de momento esa batalla por llevar el concepto de Hyperloop al terreno requiere, no solo una gran inversión, sino un profundo cambio en las infraestructuras. Y en ello se encuentran, por un lado, Hyperloop Transportation Technologies y, por otro, Hyperloop One, firma que recientemente tuvo que modificar su registro de explotación para evitar confusiones.
Sueño imposible o «hype», en cualquier caso el objetivo es el mismo: trenes capaces de alcanzar velocidades de 1.200 kilómetros por hora (mucho más rápidos que los trenes actuales) y rivalizar con el avión a corta distancia entre ciudades que se encuentran separadas por unos 600 kilómetros. La idea se inspira en un diseño de tubo neumático del inventor Alfred Beach que vivió en el siglo XIX y, ahora, se empieza a trazar las líneas maestras para intentar implantarlo, tal y como recuerdan en el medio especializado «IBtimes» .
Regiones como California (donde ya se ha ensayado) o Europa podrían en un futuro disponer de este método de transporte. Incluso España, según pudo saber el diario ABC, ha estado en conversaciones con diversos inversores para calibrar una posible entrada en el país a nivel comercial, aunque no existe nada concreto y, realmente, la existencia de una importante red ferroviaria lo convierte, por ahora, en un sueño inalcanzable.
Aunque ambos proyectos confluyen en un único objetivo, técnicamente existen diferencias sobre cómo ponerlo en marcha. Hyperloop Transportation Technologies (HTT) ha propuesto un sistema de levitación magnética pasiva que no requiere de electroimanes a lo largo de toda la vía como el sistema tipo maglev, utilizado en los llamados trenes balas japoneses.
La tecnología propuesta consiste en el uso de potentes imanes instalados en las propias cápsulas que se encuentran en un estado de temperatura ambiente que permiten que los trenes puedan, digamos, «flotar» gracias a la creación de un campo magnético, aunque de momento no se ha podido lograr movimientos a altas velocidades. Además, a diferencia de la levitación magnética, este sistema no requiere de modificaciones de la infraestructura.
La empresa, formada por 500 ingenieros que trabajan en régimen de colaboración en su mayoría, aspira a desarrollar una línea que logre unir Los Ángeles y Las Vegas. Su presidente, Dirk Alhborn , aseguró en una entrevista para ABC que este modelo de tren supersónico será totalmente seguro. De momento está en una fase de desarrollo, aunque ya ha trascendido un proyecto para construir el Hyperloop para unir Viena, Bratislava y Budapest.
Por su parte, su máximo rival, Hyperloop One , se basa en una especie de «colchón de aire» desde donde se desplaza las cápsulas. El diseño implica el uso de impulsores de aire que crean esa masa de aire, como los tradicionales juegos de mesa llamados «airhockey» que se encuentran aún en salas recreativas.
De momento se han propuesto unir Los Ángeles con Las Vegas (una distancia en torno a los 400 kilómetros). Cuentan con un equipo formado por unos cien ingenieros. Aunque realmente la gracia del asunto (el desplazamiento por tubo-aire) no se ha logrado aún, la compañía realizó su primera prueba de propulsión de alta velocidad en mayo desde una pista de pruebas de 3 kilómetros de distancia en el desierto de Nevada sobre raíl rectilíneo.
Pero el ensayo se hizo por una especie de trineo con una aceleración de 160 kilómetros por hora en solo dos segundos, con lo que a pesar del «espectáculo» no se demostró prácticamente nada de la filosofía de Hyperloop. Únicamente se pudo observar la capacidad de aceleración del motor eléctrico. Dirigido por Rob Lloyd , expresidente de Cisco, la firma, que ha logrado captar unos 35 millones de dólares (31 millones de euros) para su desarrollo, aspira a comercializar el diseño a través de una política de código abierto. Recientemente, se conoció que Rusia se ha interesado por este proyecto.
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