La Ley de Moore: 50 años siendo imbatible pero con un dudoso futuro

«El número de transistores en un circuito integrado se duplicará aproximadamente cada 24 meses», expresó en 1965

La Ley de Moore: 50 años siendo imbatible pero con un dudoso futuro INTEL

J.M.S.

«El número de transistores en un circuito integrado se duplicará aproximadamente cada 24 meses». Esta frase, que forma parte de la historia de la tecnología, cumple este domingo su cincuenta aniversario. Su autor, Gordon E. Moore , un joven ingeniero por aquellos entonces (1965), lo tuvo claro para formular una teoría que sigue imbatible , pero que puede morir en un futuro., y que plasmó en la revista «Electronics». La teoría, más o menos, se ha ido cumpliendo a rajatabla hasta la actualidad.

Esa observación, por la cual se demuestra que los precios de la informática se reducen drásticamente a un ritmo constante, demuestra una clara evolución tecnológica. Desde hace cinco décadas ha guiado desde el principio la personalización de las nuevas tecnologías, permitiendo así nuevas experiencias gracias a la integración de esta tecnología en la vida de millones de personas .

Todo un visionario (o un loco, según se mire), la figura de Moore ha generado, no obstante, controversia y diversidad de opiniones, sobre todo en los últimos años en donde se aprecia un cambio importante en las estrategias de venta de algunos de los productos tecnológicos más exitosos de los últimos años, los teléfonos móviles inteligentes, conocidos por su denominación anglosajona «smartphones». Sin embargo, es posible refrendar la idea de que, sin esta teoría, la informática de consumo y los ordenadores no hubiesen sido lo que son.

Uno de los grandes rivales de Intel en el sector de los componentes es Nvidia, que se ha esforzado en los últimos años en aventurarse acerca de la fiabilidad de la Ley de Moore, a la que consideran «muerta» . La multinacional americana ha insistido que el modelo de desarrollo de hardware de la competencia está obsoleto.

Hace quince años, la vanguardia estaba marcada por procesadores de entre 500 y 600 megahertz de velocidad. Hoy en día es posible encontrar chips con una velocidad de reloj increíblemente avanzada, aún en las unidades más económicas. Como si eso fuera poco, la carrera de los megahertz dejó de tener sentido y, ahora, el mejor procesador es el que más rendimiento ofrece en aplicaciones de hilos simples y múltiples. En otras palabras, la Ley de Moore no se ha vuelto algo inútil, sino que ha perdido parte de su efecto original .

Con todo, esta ley ha tenido sus variaciones, pero su equilibrio promedio ha servido incluso como referencia para otras leyes similares aplicadas a otros componentes (como la Ley de Kryder para los discos duros). Y aún así, no será eterna. De acuerdo a las propias palabras de Moore, quedan unos años de Ley hasta que se alcancen límites elementales que requerirán de métodos de fabricación que bien podrían afectar o eliminar por completo su aplicación.

Algunos expertos en la materia dudan de que sea infinita, lo asumen en la compañía, que han situado el final para la Ley de Moore en torno al año 2020, aunque existe la posibilidad de hacer procesadores más grandes, siempre y cuando se resuelvan los requerimientos de refrigeración. En la actualidad, un chip es capaz de realizar más funciones a menor tamaño, pero ¿es posible que estén llegando al límite de su escalado? La industria ha comenzado a entrar en una era en cuanto al diseño y características de los mismos.

Limitaciones

« Ni en 1965, ni cuando actualicé mi axioma en 1975, predije cuándo acabaría esta tendencia . Es algo positivo, porque estoy seguro de que me hubiera sorprendido ver su final. La industria ha sido extraordinariamente creativa para seguir incrementando la complejidad de los chips. Es difícil de creer - al menos para mí - que ahora hablemos en términos de miles de millones de transistores en un chip en lugar de decenas, cientos o miles», ha explicado el propio Moore en diversas entrevistas concedidas en los últimos años.

Una posible muerte de la empírica Ley de Moore, pese a todo, traerá una mayor innovación, a tenor de la opinión las empresas desarrolladoras de hardware de código abierto, aún escasas en número e influencia. Los avances en fotolitografía, la tecnología utilizara para desarrollar los microchips , podrían superar las limitaciones gracias a reducir las capas de transistores al tiempo que se dobla su densidad.

En la actualidad, los fabricantes han comenzado el desarrollo de chips de 10 nanómetros, mientras ya experimentan con otras dimensiones, cercanas a 7 nanómetros y con la posibilidad de alcanzar los 5 nanómetros en los próximos años, que para Bob Colwell , ingeniero de Intel, supondrá la muerte de la ley.

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