¿Trabajas sentado? No te quedes quieto y tus piernas te lo agradecerán
Eduardo González Zorzano de laboratorios Cinfa ofrece cinco consejos para prevenir la insuficiencia venosa crónica
La actividad laboral es uno de los factores que influyen en la aparición de problemas de circulación en las piernas, que constituyen una patología llamada Insuficiencia Venosa Crónica (IVC), cuyos síntomas afectan al 30% de los adultos españoles, según datos del Capítulo Español de Flebología. Eduardo González Zorzano , experto médico de Laboratorios Cinfa, ofrece consejos para aliviar este trastorno.
Hay empleos en los que pasamos muchas horas seguidas de pie , sentados o que implican viajes largos en periodos cortos de tiempo. En estas situaciones, las posturas adoptadas en la zona de las piernas, unidas a la inmovilidad, dificultan la correcta circulación sanguínea, lo que puede evolucionar en molestias como hormigueo y dolor en las piernas, hinchazón, arañas vasculares o enrojecimiento.
Sin embargo, desarrollar nuestra actividad laboral en una oficina durante 8 horas o más no es impedimento para poner en práctica ciertos hábitos ligados a la prevención de este problema. Por ejemplo, si estamos sentados, es mejor no cruzar las piernas y utilizar un reposapiés para descansarlas ; hay que mover frecuentemente los pies y las piernas y, cada hora, dar breves paseos , que podemos aprovechar para ir al servicio, a la fotocopiadora o a la máquina de café.
Además, es beneficioso realizar diariamente y cada cierto tiempo una serie de ejercicios con los pies. Como ves en los dibujos, resultan muy fáciles de ejecutar, incluso sin movernos de nuestro puesto de trabajo, ni invertir demasiado tiempo.
Asímismo, os recomiendo varios consejos que contribuyen a aliviar la sintomatología propia de la IVC:
Usa medias de compresión terapéutica. Son necesarias en la prevención y en el tratamiento. Ejercen una presión decreciente desde el tobillo hasta la cintura (si son medias largas) o rodilla (medias cortas), aproximando las paredes de las venas de las piernas, facilitando que la sangre ascienda correctamente.
Cuida tu dieta y haz deporte. Una dieta rica en fibra, frutas, verduras y cereales es importante porque el sobrepeso y el estreñimiento pueden afectar a la circulación, mientras que reducir al mínimo la sal ayuda a retener menos líquidos. La natación o caminar contribuyen a activar la circulación sanguínea y el baile, la gimnasia y la bici son buenas alternativas para favorecer el retorno venoso. Intenta evitar el alcohol y el tabaco.
Hidrátate y evita el calor. Ten siempre una botella de agua en tu puesto de trabajo para beber entre 1,5 ó 2 litros de agua al día y evita las fuentes de calor dirigidas a las piernas, como los calefactores, dado que las altas temperaturas favorecen la dilatación de las venas.
Al final de la jornada, recurre a la ducha. Cuando te duches, aplícate agua fría en las pantorrillas en sentido ascendente para aliviar la pesadez. También ayudan los masajes con geles fríos, desde el pie a la rodilla, para activar el retorno sanguíneo. Y es recomendable hidratar la piel con cremas especializadas para mantenerla elástica y activar la circulación sanguínea de esta zona. Al dormir, mantén los pies elevados unos 15 cm.
Consulta con el profesional sanitario. El médico o farmacéutico puede orientarte acerca de complementos alimenticios, productos sanitarios, geles, medicamentos, consejos y ejercicios específicos para favorecer el retorno venoso.