Santiago Martín
Religiones contra impunidad
Es un excelente comunicado que ha pasado, por desgracia, casi desapercibido
Las principales religiones presentes en España -católicos, protestantes, musulmanes y judíos- han firmado esta semana un documento en el que expresan su «preocupación y tristeza por las constantes y reiteradas ofensas a los sentimientos religiosos de los fieles de distintas confesiones». Añaden que en España se persiguen y castigan los delitos de odio «por razones de raza, país de origen, sexo, ideología política, orientación sexual», pero que en cambio no sucede lo mismo cuando ese odio tiene motivos religiosos. «Las ofensas contra los sentimientos religiosos aún gozan en nuestro país de una tolerancia social incomprensible» , dicen los firmantes del comunicado, aludiendo explícitamente a lo ocurrido «en los recientes carnavales, donde cristianos, judíos y musulmanes, que con distintas sensibilidades compartimos el respeto o devoción por las personas de Jesús, María y los santos de los textos bíblicos, observamos con dolor un espectáculo bochornoso con provocaciones que ninguno admitiríamos si la ofensa fuera dirigida contra los sentimientos o valores compartidos de otros colectivos». «En España -siguen diciendo- se profanan templos y símbolos; se hace burla y escarnio público de los referentes más sagrados de la fe religiosa de millones de personas, con total impunidad y tolerancia. No entendemos, por lo tanto, esa tolerancia y complicidad para con las ofensas religiosas y nos resulta inaceptable que las mismas pretendan ampararse en la libertad de expresión».
Es un excelente comunicado que ha pasado, por desgracia, casi desapercibido. Pero lo más importante es que son todas las religiones las que han decidido unirse para defender la libertad religiosa y, entre ellas, la islámica. Los seguidores de Mahoma tienen en altísima estima a la Santísima Virgen y a Nuestro Señor. Quizá estos cobardes que no dudan en insultar los sentimientos católicos, como ocurrió hace unos días en Santiago de Compostela, pero que no hacen lo mismo con los musulmanes, se lo piensen dos veces al darse cuenta de que, aunque la Justicia sea permisiva, algunos pueden no serlo. La «tolerancia» de esa Justicia, que provoca impunidad, y que, como dice el comunicado, ninguno admitiría «si la ofensa fuera dirigida contra otros colectivos», puede impulsar a algunos a ejercer la violencia para defenderse. Eso no se puede justificar absolutamente nunca, pero si ocurre la culpa no será solo de los que la ejercen.