Un marcapasos permitirá respirar a la niña tetrapléjica por enterovirus

La cirugía la realizó un cirujano de EE.UU. para que pueda dejar la respiración artificial

La pequeña Xènia, antes de caer enferma ABC

ESTHER ARMORA

Hasta el pasado 10 de febrero, Xènia la menor de tres años de Malgrat de Mar (Barcelona) a la que el enterovirus ha dejado tetrapléjica, era una niña «alegre» y «muy movida», tal como la pequeña explica, figuradamente, en la página web (helpxenia.org), destinada a recaudar fondos para su costoso tratamiento. Lo fue hasta que la infección se instaló en su pequeña y frágil columna y la dejó sin movilidad.

Tras contraer la enfermedad, la menor ingresó en la UCI del Hospital Vall d’Hebron de Barcelona donde permaneció tres largos meses. Durante ese tiempo, padeció tres paradas cardiorrespiratorias y dos neumotórax. Del hospital barcelonés fue trasladada al Instituto Guttman, donde sigue ingresada y donde recibe un tratamiento de rehabilitación.

Xènia, a la que le ha tocado lidiar con el pariente más agresivo de la infección, la cepa D-68, fue operada por primera vez el pasado lunes. Le sometieron a una intervención para liberarla de la ventilación mecánica, según se explica en la página de Facebook (Tot per ella-Tot per Xènia). La pequeña podría dejar de estar intubada y respirar por sí misma en solo unas semanas gracias a un estimulador diafragmático que le ha colocado un prestigioso cirujano estadounidense, pionero en el uso de estos aparatos.

Estimulación eléctrica

La electroestimulación diafragmática consiste en desencadenar contracciones diafragmáticas, a través de la estimulación eléctrica del nervio frénico para conseguir movimientos similares a los que se producen fisiológicamente en la respiración para suplir la ausencia de su actividad espontánea.

«Hoy (por el lunes pasado) entraré en quirófano por primera vez en mi vida. Me van a colocar un estimulador diafragmático. Yo no sé lo que es eso, pero mis papis dicen que me ayudará a respirar por mí misma y que me podrán quitar el tubo que tengo en la garganta», apunta en su perfil de Facebook.

«Viene un médico muy prestigioso de USA a operarme . Se llama Ray Onders y es el inventor del aparato. Lo ha colocado a más de 1.500 a pacientes en todo el mundo. Espero que todo salga bien», añade Xènia. Ahora, el cuerpo de la pequeña deberá adaptarse al estimulador, y para ello deberán transcurrir unas semanas.

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