La inflamación del cerebro de Ángel Nieto, lo que más preocupa de su estado
Si en una semana tras el accidente no mejora, el pronóstico no será bueno
La inflamación cerebral es hoy el peor enemigo del expiloto de motociclismo Ángel Nieto. Tras el grave accidente que sufrió el miércoles 26 de julio en Ibiza mientras conducía un quad, lo que más preocupa no es el hematoma que generó el golpe en la cabeza sino el edema (hinchazón) de su cerebro. «Al producirse un traumatismo craneoencefálico severo, el cerebro se inflama y no tiene espacio para expandirse dentro de ese caja cerrada que es el cráneo. Lo más urgente es controlar la presión intracraneal porque podría dañarle irreversiblemente el cerebro y causarle la muerte », explica Avelino Parajón, jefe de sección de Neurocirugía del Hospital Ramón y Cajal de Madrid.
Noticias relacionadas
Por eso los médicos de la Policlínica Nuestra Señora del Rosario que le atienden le mantienen en un coma inducido y con medicación para intentar reducir el edema . También le han colocado un sensor para monitorizar la presión intracraneal. Para instalarlo es necesario hacer un pequeño orificio en el cráneo, de tal manera que pueda reposar sobre el tejido cerebral y medir la tensión. Los escáneres cerebrales o TAC indican asimismo la evolución de la lesión.
Una medida desesperada
«Son las medidas menos invasivas que se pueden tomar. Esta primera semana tras el accidente será decisiva», añade Parajón. Si no se controla el edema, el pronóstico no será bueno. Si no funciona, se podría ser hacer una craneotomía descomprensiva, es decir, retirar parte del cráneo para dejar más espacio al cerebro y reducir la presión. Cuando el cerebro vuelve a su tamaño original, se volvería a colocar la zona craneal retirada o una placa metálica en su lugar.«Pero sería una medida desesperada , que no es muy aconsejable en personas de más de 60-65 años. Se le salvaría la vida, pero podría sufrir secuelas muy serias», añade el neurocirujano.
Ángel Nieto tiene 70 años y su edad juega en contra de este tipo de lesiones . Con más de 65 años y un traumatismo craneoencefálico severo el pronóstico nunca es muy bueno.