Farmaindustria prevé cerrar el año con un incremento del 3,5% en gasto farmacéutico público

Enfocarán sus líneas estratégicas en los próximos dos años en la innovación, el empleo, la transparencia, la sostenibilidad y el diálogo. A largo plazo apuestan por desarrollar un sistema sanitario enfocado a los resultados

El director general de Farmaindustria, Humberto Arnés ABC

JOAQUÍN SOTO MEDINA

Tras la caída consecutiva del gasto farmacéutico público del 21,9% entre 2010 y 2015, se prevé que terminaremos el año con un incremento del 3,5%. A su vez, se espera que en el próximo año el gasto se equivalga al incremento del PIB y que se supere en 2019, dado el «dinamismo» propio del sector. Estos son algunos de los datos facilitados por la Asociación Nacional Empresarial de la Industria Farmacéutica (Farmaindustria) en su XIII Seminario de Industria Farmaceútica y Medios de Comunicación.

En materia de ahorro, el presidente de Farmaindustria, Jesús Acebillo , ha indicado que se ha ahorrado, si tenemos en cuenta el gasto farmacéutico total en recetas más el hospitario, se ha ahorrado 9.073 millones de euros entre 2010-2015. Sin olvidar que durante ese periodo el gasto imprevisto en medicamentos para tratar la hepatitis C fue (entre 2014-2015) de 1.359 millones de euros.

Además de facilitar los datos económicos más relevantes en materia de gasto farmacéutico público-que ha experimentado un descenso continuado del gasto de hasta el 28% en los periodos de 2010-2013-desde Farmaindustria han informado sobre cuáles serán los próximos objetivos a alcanzar en los próximos dos años. Así, Jesús Acebillo , presidente de la asociación indica que se han enfocado en cinco enfoques estratégicos: innovación, empleo, transparencia, sostenibilidad y diálogo. «La innovación -indica Jesús Acebillo- es lo que la sociedad demanda, el empleo es la mejor manera de expresar el valor industrial que generamos, mientras que lo que hagamos en transparencia debe estar en la línea con lo que pide la sociedad, que desconfía del sector farmacéutico y del resto».

Desde una perspectiva más a largo plazo, el subdirector general Javier Urzay señala que desde Farmaindustria apuestan por una línea estratégica donde el sistema de salud «se oriente a resultados». Desde esta perspectiva, habría que flexibilizar la regulación de precios (contemplar resultados que permitan: precios por resultados, por indicación…), un diálogo bilateral, así como la medición con indicadores estandarizados de resultados para las distintas enfermedades. Por otro lado, se debería mejorar la evaluación clínica y económica, alcanzar un consenso sobre el valor del medicamento y cómo medirlo.

Respecto a las últimas novedades legales y judiciales, Lourdes Fraguas, directora del Departamento Jurídico de la asociación, ha señalado diferentes problemas en invasión de competencias de diferentes comunidades autónomas como Andalucía. Un problema que también se ha detectado en las comisiones farmacoterapeuticas de diferentes comunidades autónomas. Además de irregularidades en las normativas de contrato y en sus (escasos) mecanismos de control. Otra problemática relativa a las autonomías es el establecimiento de barreras que hacen que el acceso a los medicamentos varíe dependiendo de la comunidad autónoma o del hospital en el que se esté.

Más allá de políticas españolas, Farmaindustria pone atención ante las posibles ventajas que podría obtener el sector si finalmente sale adelante el Tratado Transatlántico de Comercio e Inversiones (TTIP). Un acuerdo de libre comercio entre la Unión Europea y EE.UU. que busca (entre otras medidas) armonizar las normas, exigencias administrativas y agilizar la importación de productos y servicios. Desde el sector farmacéutico se espera que este tratado ayudara en la creación de empleo, reconocimiento mutuo de las inspecciones. Además, señalan que los beneficios también llegarían a la sociedad con la generación de más de 19.000 empleos y más 8.000 empleos en empresas americanas afincadas en Europa). También favorecería a las pymes y reforzaría la cooperación en la investigación.

Centrándose en los diferentes fármacos disponibles a día de hoy, han insistido en la características propias de los medicamentos biológicos ( «los de marca» y biosimilares ) frente a los normales (químicos). Los medicamentos biológicos son llamados así-indica el director del Departamento Técnico de Farmaindustria, Emili Esteve- porque, a diferencia de los normales, su principal activo es biológico. Esto implica que los biosimilares, pese a posibles cuestionamientos, no son intercambiables (posibles a ser cambiados por otros con el mismo efecto clínico) ni sustituibles entre ellos. Según el presidente de Farmaindustria, esto se explica por la diferente y propia inmunogenicidad (respuesta del sistema inmunológico) de cada paciente.

Por último, han informado sobre las fases de los últimos proyectos del sector. Desde la asociación empresarial se han enunciado los planes de implementación del Sistema Español de Verificación de Medicamentos (SEVem). Sistema que se basa en una idea simple: minimizar las fases de los medicamentos al instalar un código de activación incorporado a cada medicamento. Tras pasar una fase de pruebas (piloto) en 2018, se hará efectivo en 2019. A su vez, se espera que se complete la puesta en marcha de la transparencia en el sistema de autorregulación del sector en junio de 2018 que se inició el 30 de junio de 2016 con la publicación de las aportaciones económicas que los profesionales sanitarios reciben de la industria farmacéutica.

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