Adiós a Carles Capdevila, cronista del buen humor
Desde el humanismo fue un gran comunicador
Corría agosto de 2015 cuando le diagnosticaron cáncer colorectal y el jueves 1 de junio de 2017 –día de la lucha contra el cáncer–, se fue de este mundo después de dos años en los que conjugó el optimismo de la voluntad con el aprendizaje del dolor .
Periodista, guionista y escritor, Carles Capdevila destilaba un humor inteligente que propagó en programas como «Malalts de tele», «APM» y «Criatura i companyia», lectura satírica de la experiencia de quien ha tenido cuatro hijos. Director del diario «Ara», puso siempre su «bonhomía» por encima de la política nacionalista . Como «era de la broma», cuando le conocí le recordé que se llamaba igual que otro Carles Capdevila, autor de comedias en el Romea y director del diario «La Publicitat».
Reconocido en 2016 con el premio Nacional del Comunicación, Capdevila pudo vivir su último Sant Jordi con la alegría de que su libro «La vida que aprenc» se situaba entre los los más vendidos.
En las entradas de su « Diario de Capde », compendió todo lo que había aprendido de la enfermedad: aceptar las limitaciones, ser amables, saber reír en compañía, cuidarnos, no discutir nunca con imbéciles, ser optimista (sin pasarse y con convicción), priorizar, hacer más que decir, aderezar la indignación con la esperanza... Y, si somos periodistas, suscribir con Kapuscinski que los cínicos no sirven para este oficio.
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