PREMIOS PIE DERECHO

«Sentimos lástima al ver a un niño discapacitado sin saber que son más felices que nosotros»

Adolfo Albistur, el héroe anónimo que utiliza caballos para mejorar la vida de cientos de personas, premiado por Cadena Cien

«Sentimos lástima al ver a un niño discapacitado sin saber que son más felices que nosotros» ABC

INMA ZAMORA

Se llama Adolfo Albistur y es una de esas personas que debería estar en cada rincón del planeta para que el mundo fuera un lugar mejor. Se trata, sin duda, de uno de esos llamados héroes anónimos que cada día y sin que nadie se lo pida dedica su vida, su tiempo y todos sus recursos a aquellos que más lo necesitan. Lo hace ayudando desinteresadamente a niños discapacitados en su finca «Entre Caballos», en la que hace uso de la llamada hipoterapia y con la que lleva cinco años cosechando impresionantes resultados.

Tanto es así que Adolfo recibirá el próximo jueves el Premio Pie Derecho 2014 de Cadena Cien en reconocimiento a su labor. «Las cosas no suponen esfuerzo alguno si se hacen con gusto», exclama Albistur al inicio de esta entrevista. Uniendo dos de sus pasiones, caballos y niños, este hombre recibe cada fin de semana en su finca a decenas de niños que, tras varios meses conviviendo con sus caballos, mejoran notablemente su estado físico, psíquico y mental.

La hipoterapia, explica Albistur, es un mecanismo empleado para la rehabilitación de niños y adultos que utiliza al caballo como principal herramienta. Es aquí donde, en palabras de Adolfo, entra en juego la importancia de la naturaleza. «Estar al aire libre motiva mucho al menor. En los niños autistas la interacción con los caballos es muy importante, pues el animal logra que el niño exprese sus emociones como jamás lo haría en otras situaciones». El cariño, por ejemplo, aflora de forma impresionante en estos menores cuando el equino se convierte en su «amigo». «El caballo es también un animal muy especial, digamos un poco 'autista'. No es como los perros y no expresa cariño, huye también de lo que considera un peligro por lo que, cuando está con un niño de estas características, la combinación es mágica».

«Ayudarles es como subir al cielo»

Quien no conozca la historia de Adolfo pensará, probablemente, que es imposible desarrollar su labor de manera totalmente gratuita. Para el responsable de «Entre Caballos» la explicación es fácil: «Hay cosas cuyo valor no se puede medir. No podía pensar en la idea de que un niño se quedara sin terapia debido a su economía familiar». De lunes a viernes, reconoce el protagonista de esta historia, «la vida es como la del resto de los mortales». Adolfo regenta una pequeña empresa que le ofrece un salario digno para vivir y mantener su finca, pero cuando llega el fin de semana se transforma: cambia el ordenador por el aire libre y hace feliz a la gente. «Si te soy sincero, creo que las terapias me hacen más efecto a mí que a ellos. Es curioso cómo, cuando ves a un niño discapacitado, sientes lástima por él sin saber que, en realidad, son niños muy felices, sin maldad alguna y con un amor especial por el mundo que les rodea. Ayudarles es como subir al cielo».

Albistur se muestra seguro de que los héroes anónimos como él no escasean en España. «Nuestra sociedad está montada de tal forma que necesitamos, sí o sí, recursos económicos para sobrevivir. Muchas veces nos dejamos llevar por la rutina, por el trabajo y nuestros problemas económicos... Estoy convencido de que, si no tuviéramos tantas ataduras, muchas personas darían su tiempo y recursos para ayudar al prójimo. Creo en el ser humano».

«Sentimos lástima al ver a un niño discapacitado sin saber que son más felices que nosotros»

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