Teresa Romero: «No sé lo que falló ni siquiera si falló algo, sólo sé que no guardo rencor»

Teresa Romero, la auxiliar de enfermería que se contagió de ébola tras atender al religioso Manuel García Viejo , ha recibido el alta y ha abandonado el hospital Carlos III tras un mes ingresada. Antes, ha querido realizado una comparecencia ante los medios de comunicación, en la que ha dicho, entre otras, cosas que no sabe lo que falló para que se contagiara con el virus del ébola, que ni siquiera sabe si realmente hubo fallos pero que, no obstante, no guarda «rencor».

«No sé lo que falló, ni siquiera sé si fallo algo... sólo sé que no guardo rencor ni reproches», ha señalado Teresa Romero, que ha leído un comunicado visiblemente emocionada .

Romero ha reconocido que aún está «débil», por lo que ha pedido «tranquilidad». Espera que su contagio sirva para «algo», para «investigar la enfermedad». Asimismo se ha mostrado dispuesta a donar su sangre para curar a otros enfermos. «Si mi sangre sirve para curar a otras personas aquí estoy. Hasta que me dejen seca», ha añadido.

La auxiliar de enfermería ha asegurado además que se ha demostrado que España tiene «la mejor sanidad del mundo» y un personal «abnegado», que pese a la «nefasta dirección política» es capaz de «obrar milagros».

Según ha asegurado a ABC un miembro de la familia, Teresa Romero tiene en mente viajar en cuanto pueda al pueblo de su madre en Lugo, Becerreá. Tanto la madre de Teresa como alguno de sus primos habían pensado en desplazarse a Madrid nada más conocer su traslado a planta, pero finalmente descartaron la idea «por las ganas que ella tiene de venir a Becerreá a estar con su madre». Aunque su marido, Javier Limón, ha asegurado este miércoles que se irán a un lugar donde los medios no puedan localizarles .

El equipo médico que la atiende ha comparecido en rueda de prensa esta mañana. Los médicos han asegurado que Teresa ya puede hacer vida normal, aunque tardará en recuperarse completamente. Asimsimo, han reconocido que en los momentos más críticos temieron por su vida .