INVESTIGACIÓN
Primer ensayo clínico mundial con inmunoterapia para el tumor cerebral más agresivo
El estudio que probará, en 29 pacientes con glioblastoma, la seguridad y eficacia del anticuerpo monoclonal nivolumab
La Clínica Universidad de Navarra ha puesto en marcha un nuevo ensayo clínico que probará, por primera vez en el mundo, la eficacia y seguridad de un fármaco inmunoterápico administrado antes y después de la cirugía en pacientes con glioblastoma multiforme (el tumor cerebral más agresivo). La Clínica es el único centro que actualmente desarrolla esta investigación.
«El estudio es novedoso en el uso de estos tratamientos alrededor de la intervención quirúrgica en un tumor cerebral de extraordinaria malignidad, como es el glioblastoma multiforme”, apunta Ignacio Melero, investigador principal del ensayo clínico y especialista en Inmunología e Inmunoterapia de la Clínica Universidad de Navarra y del CIMA (Centro de Investigación Médica Aplicada).
Según estudios epidemiológicos, el glioblastoma tiene un impacto muy elevado en la mortalidad, con una incidencia de 6 personas afectadas al año de cada 100.000.
El ensayo clínico, en fase de reclutamiento, se realizará con el fármaco nivolumab en una muestra de 29 pacientes diagnosticados por primera vez de glioblastoma o ya tratados de este tumor mediante terapia estándar y cirugía, en los que ha reaparecido la enfermedad (recidiva). El tratamiento convencional para el glioblastoma consiste en aplicar quimioterapia y radioterapia tras la cirugía.
«Es la primera vez en el mundo que se prueba este fármaco inmunoterápico (estimulador de la inmunidad) antes del tratamiento estándar del glioblastoma multiforme -cirugía seguida de quimio y radioterapia-, además de administrarlo durante y después de este tratamiento estándar”, describe Javier Aristu, coordinador del Área de Neurooncología de la Clínica.
El tratamiento convencional para el glioblastoma consiste en aplicar quimioterapia y radioterapia tras la cirugía
En general, los pacientes diagnosticados de este tipo de tumores cerebrales presentan «mal pronóstico con escasas opciones terapéuticas curativas», alerta Aristu. El especialista anunció, en este sentido, datos preliminares « muy esperanzadores » sobre los efectos de estos fármacos inmunoterápicos en otros tumores y en glioblastomas en fases más avanzadas.
Y es que en un porcentaje de pacientes con otros tipos de cáncer a los que se ha administrado tratamiento inmunoterápico «se ha conseguido que los pacientes no sucumban a la enfermedad en muchos meses y que un tanto por ciento de ellos se beneficien del tratamiento a largo plazo, convirtiéndose en largos supervivientes. Los datos preliminares disponibles indican que el glioblastoma multiforme no será una excepción», describe Melero.
Los tumores en los que la inmunoterapia ha conseguido mejorías más destacadas en cuanto a prolongación de la supervivencia han sido, hasta la fecha, el melanoma metastásico, el cáncer de pulmón y el de riñón, principalmente.
Burlar el sistema inmune
Según explica el especialista, cuando se manifiesta un tumor, «lo que sucede es que ha sido capaz de «burlar» los mecanismos de vigilancia del sistema inmunitario». Por eso, mediante los tratamientos inmunoterápicos, lo que los investigadores pretenden es «conseguir ‘amaestrar’ los mecanismos del sistema inmunitario para enviarle, de forma artificial, instrucciones para que reconozca y destruya las células cancerosas».
Este estudio aporta importantes ventajas, tanto desde el punto de vista del paciente, como desde el de la investigación. «Para el paciente, conseguir una resección muy completa mediante cirugía guiada por fluorescencia y resonancia magnética de alto campo intraoperatoria y combinarlo con inmunoterapia es, sin duda, la mejor opción terapéutica disponible a día de hoy», subraya Ricardo Díez Valle, especialista en Neurocirugía y coordinador del mismo Área de Neurooncología.
Desde el punto de vista de la investigación, conviene, se trata de un modelo de diseño « muy moderno », en cuanto a la administración de un fármaco y en cuanto a que «vamos a obtener una muestra del tumor que nos va a enseñar cómo está trabajando ese fármaco en el tejido tumoral». Para el neurocirujano «esta es la manera en que podemos progresar más rápidamente en el conocimiento necesario de este tipo de tumores tan complejos».