CÁNCER DE PRÓSTATA

Hallan cómo anticipar si un cáncer de próstata requerirá o no un tratamiento agresivo

Los pacientes portadores de mutaciones en los genes ‘ATM’, ‘BRCA1’ y ‘BRCA2’ tienen un riesgo mucho mayor de desarrollar un tumor de próstata agresivo y letal

Carcinoma de próstata avanzado ARCHIVO

M. LÓPEZ

Cada año se diagnostican en nuestro país más de 30.000 nuevos casos de cáncer de próstata, el segundo tipo de tumor más prevalente en la población española y el primero en los varones. La buena noticia es, como muestran los datos de la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM), que la supervivencia a los cinco años asociada a este cáncer es la mayor entre todos los tumores más frecuentes –de hasta un 84,6% en los pacientes diagnosticados entre los años 2000 y 2007–. Y es que en un gran número de casos, el de próstata es un tumor de lento crecimiento. Tal es así que, dado que supone un riesgo muy pequeño para la salud, los afectados no requieren de tratamientos agresivos. Pero, ¿cómo se sabe si un paciente va a desarrollar o no un tumor agresivo y, por tanto, va a necesitar uno u otro tratamiento? Pues la verdad es que no se sabe. Sin embargo, investigadores de la Universidad John Hopkins en Baltimore (EE.UU.) podría haber dado con la clave para identificar a aquellos pacientes con mayor riesgo de padecer un cáncer de próstata agresivo y, por tanto, potencialmente letal.

Concretamente, este estudio internacional publicado en la revista « European Urology », muestra que los varones que han heredado mutaciones en tres genes específicos –los genes ‘ATM’, ‘BRCA1’ y ‘BRCA2’– tienen un riesgo mucho mayor de desarrollar una forma agresiva de la enfermedad y, en consecuencia, de fallecer a una edad más temprana por culpa del tumor que aquellos que no portan estas alteraciones genéticas.

Como explica Brian Helfand, co-autor de la investigación, «en los últimos años hemos logrado avances muy significativos en la identificación de los factores moleculares implicados en el desarrollo del cáncer de próstata. Pero, aun así, no hemos sido capaces de distinguir aquellos tumores particularmente agresivos de los que permanecen ‘indolentes’ y no provocan daños, quizás durante muchos años. Una información que resulta absolutamente vital a la hora de decidir cuándo administrar un tratamiento agresivo o contemplar un enfoque de control –o ‘vigilancia activa’– en los pacientes con cáncer de próstata».

Herencia genética

Para llevar a cabo el estudio, los autores analizaron los historiales médicos y los perfiles genéticos de 313 pacientes con cáncer de próstata letal y de 486 varones con un tumor de próstata de escasa malignidad –o ‘indolente’– de distintos países del mundo.

Como indica William Isaacs, co-autor del estudio, « nuestro objetivo era encontrar marcadores genéticos en aquellos varones con un mayor riesgo de desarrollar un cáncer de próstata agresivo . Y de acuerdo con nuestros hallazgos, las mutaciones en estos tres genes, especialmente en ‘BRCA2’ y ‘ATM’, se asocian a los tumores agresivos. Además, nuestro trabajo también ofrece importantes estimaciones sobre la frecuencia de estas mutaciones en varones que fallecieron en diferentes rangos de edad».

Las mutaciones en estos tres genes, especialmente en ‘BRCA2’ y ‘ATM’, se asocian a tumores agresivos

William Isaacs

Los resultados muestran una frecuencia significativamente superior de mutaciones en estos tres genes en los pacientes con un cáncer de próstata letal (6,07%) que en aquellos con tumores localizados (1,23%) . Además, la presencia de mutaciones se asoció con una enfermedad más avanzada en el momento del diagnóstico y con un deceso a una edad más temprana entre los pacientes con los tumores letales –67 años de edad en el caso de los portadores de las mutaciones frente a 72 años en el de los no portadores.

Es más; el tiempo medio de supervivencia tras el diagnóstico fue notablemente menor entre los pacientes con tumores letales que portaban las mutaciones –de solo cuatro meses, por ocho meses en el caso de los no portadores.

Tratamiento condicionado

En definitiva, destacan los autores, «nuestros resultados tienen importantes implicaciones clínicos, por lo que recomendamos que el estado de portador de las mutaciones se incluya como un importante factor a considerar por los médicos a la hora de seleccionar el tratamiento. No hay que olvidar que los varones a los que se les extirpa la próstata pueden experimentar efectos secundarios muy significativos, caso de la incontinencia y de la disfunción eréctil».

Pero, estas tres mutaciones, ¿son muy frecuentes entre los pacientes con cáncer de próstata? Pues la verdad es que no, ni siquiera entre aquellos que desarrollan tumores agresivos y letales. Tal es así que, en opinión de los investigadores, deben realizarse más estudios en los que se analicen otros genes implicados en la reparación de los daños en el ADN celular.

Sea como fuere, concluye Jianfeng Xu, co-autor de la investigación, « los resultados de nuestro trabajo tienen un notable impacto traslacional dado que muestran de forma clara que las mutaciones germinales en estos tres genes pueden ser utilizadas para predecir el riesgo de desarrollo de un cáncer de próstata letal y su pronóstico . Así, nuestros resultados confirman las evidencias alcanzadas en estudios previos y refuerzan la importancia del papel de los test genéticos en el seguimiento y tratamiento del cáncer de próstata».

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