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Benítez, la independencia de no ser pelota con las estrellas
Rompe moldes. Es pesado con los futbolistas. Le critican por corregir a Cristiano y Ramos. Sus cambios chocan con los titulares
Madridista de corazón, ex jugador desde los doce años, la vida de Benítez como primer responsable del Real Madrid es complicada. Su forma de trabajar choca con la tradición establecida de cada entidad, desde el Valencia al Nápoles pasando por el Liverpool y el Inter. Realiza junto a su cuadro técnico un análisis preciso del estado físico de cada futbolista y por eso realiza sustituciones como las que sufría Karin Benzema hasta que su lesión ha cofirmado la razón al entrenador más criticado del fútbol español . Detiene los entrenamientos cada cinco minutos para corregir movimientos, pases, presiones, vigilancias al hombre, lanzamientos de faltas y saques de esquina. Es muy pesado para los futbolistas. Aviso para navegantes: será meticuloso siempre .
Su ideario
Aconseja a Cristiano cómo lanzar una falta y coloca a Ramos para marcar mejor en una jugada de córner. Muchos le critican por esa osadía. «¿Cómo puede atreverse a decirle a Ronaldo cómo disparar?» escucha a sus acusadores. «Son estrellas». El dilema es que para Benítez no hay figuras. Ramos, con el que mantuvo un cara a cara tras el intercambio de declaraciones, lo dijo después de la cumbre: «Esto es el Real Madrid y al que no le guste, ahí está la puerta» . La puerta del despacho del técnico está abierta para decírselo a él cara a cara.
Atacado por demasiados flancos, Benítez paga el precio de su independencia. No hace la pelota a las estrellas. Aplicará su método y morirá con él. Un estilo que se basa en corregir al detalle los puntos débiles de cada jugador. «Les aconseja para ser aún mejores» , subrayan sus colaboradores. «De lo contrario, ya habrán llegado a su límite».
El derbi
Benítez ha cargado con el peso del empate del derbi y los futbolistas se fueron de rositas. El técnico afirma que él no ordenó al equipo echarse atrás. «Quitó a Isco y entró un punta, Bale», señalan sus ayudantes. « Sacó a Kovacic por Benzema para tener más el balón, no para defender ». Fue decisión de los futbolistas retrasar metros, presionados por el Atlético. Como adujo el francés, «pesaba en la cabeza el 4-0 de febrero».
A los mejores les exige más
El entrenador sabe que liderar a tantas figuras le deja a uno solo. Lo que no le gusta en un club, en un equipo, lo cambia. Eso rompe esquemas. Benítez ha hablado claro con James, Cristiano, Ramos, Benzema, Kroos y Jesé . Al colombiano le pidió venir antes de vacaciones. Al «nueve» le exige rendir con mayor constancia. A Jesé le explicó que ha de mejorar su nivel. Ronaldo es capítulo aparte.
No es cierto que falte «feeling», es que al técnico le disgustan los tópicos. En julio recibió la pregunta trampa del número uno mundial y no dijo que Cristiano era el mejor porque para Benítez no hay nadie que lo sea . Piensa que hay uno o dos buenos futbolistas para cada puesto. Al final ha dicho que «es el número uno» para acabar con la guerra mediática. Piensa, precisamente, que James, Bale, Ramos y Benzema, con los que ha dialogado con claridad, también pueden ser los número uno, como Cristiano.
Sus sustituciones tempranas también chocan con los titulares . Les pica para que mejoren y da oportunidades a los suplentes. Era más cómodo hacer los cambios al final, como Ancelotti. Benítez nunca será acomodaticio. Cambiará a titulares, les dirá lo que hacen mal y avisará con el mejor rendimiento de otros, como hizo al elogiar a Lucas Vázquez frente a Jesé. Le gusta complicarse la vida.
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