Bertín Osborne y Albert Rivera, con Risto Mejide en «Viajando con Chester»
El reconocido artista y el político catalán se sientan este domingo (21.30 horas) en el sofá de Cuatro

Uno reniega de los partidos políticos. Otro representa a las nuevas formaciones nacidas del descontento ciudadano. Uno lleva décadas sobre los escenarios. Otro es prácticamente un recién llegado a la arena política. Parecen la cara y la cruz de una moneda lanzada al aire, pero la velocidad de los giros hacen que ambos lados se confundan en un mismo dibujo. La velocidad de la vida también puede llegar a confundir la imagen pública de Albert Rivera y Bertín Osborne, los dos invitados de este domingo en « Viajando con Chester » (Cuatro, 21:30 horas). ¿Son antagónicos o tienen mucho en común? ¿Les separan o les unen sus ideas políticas? ¿Y la forma de afrontar la vida? La resolución a estas dudas está en manos de Risto Mejide y aguarda a los espectadores en forma de conversación.
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Bertín Osborne ha sido uno de los grandes seductores de la música de nuestro país, embaucador gracias a sus canciones y también a su porte en el escenario. Mujeriego reconocido, es a día de hoy alguien muy distinto de «aquel chaval que con 25 años ya estaba subido en un escenario comiéndose el mundo. Gracias a Dios ya me he reciclado, ya era hora», cuenta entre risas el cantante. Su vida dio un vuelco radical cuando conoció a su mujer, Fabiola, y sobre todo cuando la paternidad puso en sus vidas a Kike, su hijo mayor: «Kike ha sido el mayor regalo que me ha hecho Dios. Las prioridades de la vida han cambiado desde que está él. Y yo he cambiado muchísimo».
Enfermo de una grave lesión cerebral, Bertín Osborne no ha ocultado la enfermedad de su hijo. Muy al contrario, ha transmitido un mensaje de superación y lucha: «En el momento del parto ya fue una catástrofe aquello, nos informaron de que tenía una lesión cerebral grave. A los dos días de nacer nos dijeron: ‘Tu hijo no tiene solución, no creo que viva más de dos años, si tenéis otros, dedicaros a los otros. Si en estos dos años tiene una crisis, no os hagáis los héroes y dejad que se vaya’. Ahora, con ocho años, mi hijo sabe leer, yo le hablo en inglés y él sabe perfectamente lo que le estoy diciendo. Hace programas de lectura, de matemáticas. Y dices, ¿cómo es posible? Pues lo hace y lo entiende».
A contracorriente
Albert Rivera nada a contracorriente de los partidos mayoritarios de Cataluña. Decidió quitarse la ropa para decir a los ciudadanos que su formación no tenía nada que esconder. Representa a esa joven hornada de nuevos políticos con nuevos mensajes y nuevas ideas. En su caso, la defensa de la unidad de España siendo Ciudadanos, su formación, un partido catalán: «Es incómodo para los que no somos nacionalistas vivir en Cataluña, porque parece que tienes que ser independentista. Si no, parece que no eres buen catalán. Parece lo guay, lo chulo. Lo que mola es separarse del resto de España y de Europa».
Contrario a la independencia de Cataluña («No vamos a decidir cómo cambiamos el país sólo con los que dicen que no están a gusto en este país, sino entre todos»), es también muy crítico con la corrupción política («La familia Pujol ha sido la aliada para repartirse el pastel en toda España con el PP y el PSOE de aliados. ¿Y ahora resulta que 30 años después se han dado cuenta de que son corruptos? Hay gente que dice que esto sale por lo de la independencia. Y sí, tienen razón, pero es que tenía que haber salido hace 20 años. Y no salía porque eran amigos»).