El Álamo regresa a la Edad Media
Cien artistas de teatro callejero, circo y música interpretan 60 animaciones diarias en la XXIII Feria Medieval
La única fiesta medieval madrileña de Interés Turístico Regional , la celebrada cada año en la localidad de El Álamo , está ahora mismo en plena ebullición y sus 250 puestos de gastronomía y artesanía y 30 talleres de oficios antiguos no paran de trabajar para llevar a los visitantes al siglo XV a través de un divertidísimo viaje en el tiempo.
En cada puesto, los fabricantes ofrecen degustaciones de mieles, quesos y embutidos; panes y dulces; especias, carnes o licores. Además, los maestros artesanos muestran al público cómo ejecutan el proceso completo de elaboración de sus piezas desde la materia prima hasta el resultado final, empleando técnicas ancestrales como la talla en cuerno y en piedra pizarra, hilado y tintado en lana, espartería, forja, cantería, orfebrería, repujado, alfarería y tallado en madera, entre otros oficios antiguos. Por otra parte, en la Avenida de Madrid se realizan exhibiciones diarias de cetrería , y los amantes de la cerveza podrán sumergirse en el ambiente de las tabernas y fondas en la Plaza de Aveizieux.
Cada día de 11:00 a 24:00h , caballeros, dragones, duendes, hadas, ninfas y brujas toman la Calle de las Escuelas y la Avenida de Madrid hasta la Ermita de Nuestra Señora de la Soledad, representando animaciones cómicas y musicales, teatro y circo de calle, títeres y cuentacuentos. No faltan los monjes ni estrambóticos bufones de Trip Malabart («Triduendes»), que combina humor y malabares con las gaitas de Veritas Nostra («Músicos y malabaristas»), ni las acrobacias de Human No Limit. Así, hasta el próximo miércoles.
Música y danza
Allí también se podrá descubrir la música andalusí y danza oriental de la mano de Al Folk . Edina Ruth, Cornalusa, Albaluna, Kabayla Zingara, Subitus, Trifolk y Gálata, que tocan todos los días en las plazas de la Constitución (14:00) y la Ermita (21:00).
En esta última localización se instala la Haima del Despertar, con talleres de mandalas para niños, títeres y cuentacuentos , y se ubica la granja de animales con vacas, cerdos y gallinas. Desde la Ermita también salen los paseos en dromedario y burro, además de las caravanas de ocas.
Uno de los reclamos principales de la XXIII Feria Medieval es el torneo de justas con los caballeros de «Águila Roja» , que se celebra en la plaza portátil en el Corral de Feliciano, y en el que dieciséis especialistas y cinco purasangres españoles protagonizan un arriesgado show de acción ecuestre y pirotecnia, inspirado en las justas prohibidas por la iglesia católica. Este domingo, lunes y martes el torneo organiza tres pases diarios (13:00 - 17:00 - 20:30) y dos el miércoles (13:00 - 17:00), con entradas a 5 euros (los menores de cuatro años entran gratis, uno por adulto).
Este espectáculo de acción histórica emplea más de 150 piezas de vestuario y decenas de armas de época, y arranca con tres arriesgadas pruebas de habilidad ecuestre : lanzamiento de jabalina, golpe al estafermo (muñeco giratorio) y enganche de anillas. A continuación tienen lugar los esperados duelos de justas a caballo con lanza larga de madera y adarga o escudo, y la lucha a pie con espada, mandoble, hacha de doble filo, maza y mangual.
Antes de batirse en el torneo de justas, cada día los caballeros desfilan triunfalmente por la Calle de las Escuelas hasta el Corral de Feliciano. En sus alrededores se instalan el Campamento Medieval y la Escuela de Caballeros , un espacio dedicado a los grandes protagonistas del palenque donde se escenifican combates, se presentan sus armas y se explican sus técnicas de lucha.
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