La lluvia obligar a suspender la primera jornada de Wimbledon

El proyecto y la necesidad de cubrir la pista central de Wimbledon con un techo retráctil, previsto para 2009, se ha hecho más patente en la primera jornada del tercer Grand Slam de la temporada, cuando una pertinaz lluvia ha impedido que ni uno solo de los partidos previstos lograra acabar.

Entre ellos, el debut del defensor del título, el suizo Roger Federer, que en el inicio de la conquista de su cuarto título consecutivo en Londres, lideraba el encuentro contra el francés Richard Gasquet, por 6-3 y 1-2, cuando el encuentro fue aplazado por última vez.

La victoria del suizo hubiera significado, además de quitarse de encima un peligroso rival con el que ya estuvo a punto de perder este año en Halle, batir el récord de 41 victorias consecutivas sobre hierba, que hasta ahora comparte con el sueco Bjorn Borg, un récord que resiste por la lluvia un día mas.

En total, 46 encuentros fueron aplazados por la lluvia, y nueve de ellos afectaban a jugadores españoles, que tuvieron que soportar de forma estoica, como los organizadores suspendían paulatinamente los partidos, empezando por los de último turno en cada pista.

La tragedia de un Grand Slam comienza cuando los dos primeros días, los cruciales, no se cumple el orden de juego y los partidos se acumulan para días posteriores. Lo malo es que las previsiones para mañana, martes, son similares a las del lunes.

La suiza Martina Hingis, que juega Wimbledon por primera vez desde 2001, ganó el primer set contra la ucraniana Olga Savchuk, por 6-2 antes de que su partido fuera suspendido. La campeona más joven en la Era Open (ganó el título con 16 años en 1997) tenía grandes ilusiones hoy por acabar su partido, pero también tuvo que resignarse a su suerte.

Mientras, los jugadores se agolpaban en el restaurante en busca de un sitio donde poder sentarse. Entre ellos el español Rafael Nadal, que deseaba encontrar un lugar apropiado para tomarse un plato de pasta. Los techados de Wimbledon se convirtieron un año mas en un lugar de refugio para los aficionados que soportaron como pudieron la incidencia. La cola más grande fue la del museo de Wimbledon, lugar de cita para días como los de hoy.

Las previsiones para mañana martes son bastante similares a las del lunes. Todavía se recuerda la temporada del 2004, uno de los años más lluviosos durante la quincena de hierba, con dos días en los que no hubo juego y sólo se salvaron tres jornadas en las que no hubo interrupción por la lluvia.