Aumentan los casos de trastornos depresivos en las consultas de atención primaria
Aseguran que uno de cada cinco pacientes que acuden a los centros de salud gaditanos tiene depresión Especialistas de Salud Mental colaboran con los médicos de cabecera en el tratamiento de la patología
Actualizado: GuardarLa consulta de atención primaria es la puerta de entrada de la mayoría de los trastornos psiquiátricos, sobre todo de aquellos que son más fáciles de identificar, como los cuadros depresivos. Desde hace algunos años ha ido aumentando de forma considerable la incidencia de esta patología y también el número de casos que son atendidos por los médicos de familia en la provincia.
Los datos ofrecidos por el doctor Juan Carlos Hidalgo, especialista de familia en el centro de salud Madre de Dios de Jerez, indican que aproximadamente uno de cada cinco pacientes que llegan a la consulta del médico de cabecera presenta un trastorno depresivo. Sin embargo, y también según sus declaraciones, el 69% de los casos están sin diagnosticar.
Cádiz no se diferencia de otras provincias españolas en cuanto a la prevalencia de esta patología, según apuntó el director del equipo de Salud Mental de Cádiz, el doctor Antonio Trujillo, quien aseguró que en la actualidad se observa una tendencia al aumento en todos los cuadros psiquiátricos.
Los equipos de salud mental de la provincia trabajan en coordinación con los médicos de primaria, de manera que una vez al mes se traslada un especialista a los centros de salud para hacer un seguimiento conjunto de los pacientes aquejados de enfermedades mentales. El equipo de Cádiz capital realizó 430 consultas en los ambulatorios de la ciudad durante el año 2005. De ellas, 377 fueron pacientes nuevos. Y el 17% de los mismos presentaban trastornos depresivos, según informó el responsable del servicio.
Los casos que se diagnostican y se tratan por el médico de cabecera son los que pueden ser controlados con el asesoramiento de Salud Mental, pero los enfermos más graves se derivan directamente al psiquiatra.
Situaciones de estrés
Por eso es fundamental la labor del especialista de familia, que tiene que saber detectar un caso cuando llega a la consulta, aunque aún esté en su fase inicial. La aparición del primer episodio depresivo suele estar relacionada con situaciones de estrés del individuo. Estos casos son generalmente más fáciles de controlar, pero cuando se repiten a lo largo de la vida se vuelven más complejos y pueden llegar a cronificarse.
Lo que ocurre es que la mayoría de los pacientes depresivos llegan a las consultas aquejados de síntomas físicos, como forma de demandar ayuda. Cefaleas, mareos, cansancio, trastornos del sueño y cambios en los hábitos sexuales son algunas de estas manifestaciones iniciales, y el médico debe estar alerta para poder reconocerlas como indicativas de un cuadro depresivo.
Más tarde aparecerán los síntomas emocionales: tristeza, ansiedad, pesimismo, desgana, imposibilidad de disfrutar de las sensaciones agradables, apatía o irritabilidad. Estos casos resultan más fáciles de reconocer, sobre todo cuando cursan con cambios en la conducta y en las capacidades intelectuales (aislamiento, disminución del apetito, falta de concentración...).
Los antecedentes familiares y personales influyen en el desarrollo de la enfermedad, así como la personalidad del individuo. Los rasgos que se suelen asociar con la persona depresiva son la introversión, el perfeccionismo, la dependencia, la conducta obsesiva, la baja autoestima y la inhibición social.
Causas sociales
Sin embargo, las causas que determinan la tendencia al aumento en la prevalencia experimentada en los últimos años se derivan de factores sociales y culturales. Según argumentó el doctor Antonio Trujillo, la escasa capacidad para tolerar la frustración y el sufrimiento, la necesidad inmediata de alivio y la imposibilidad para la resignación hacen que cada vez más personas acudan a su médico para encontrar la solución a un episodio depresivo.
El hecho de que las mujeres sean más vulnerables y más propensas que los hombres a sufrir este tipo de trastornos afectivos se deriva también de factores sociales, tal y como subrayó el doctor Trujillo. Además de soportar todas las cargas familiares «tradicionalmente la mujer no ha tenido acceso a sustancias de alivio inmediato, como el alcohol, que en un primer momento funcionan como vía de escape aunque contribuyen a complicar más el cuadro clínico», apuntó el director de Salud Mental.