Unicaja conquista ante el Tau el primer título de la liga ACB de su historia

Liderado por Garbajosa, que consiguió 22 puntos y ocho rebotes, el Unicaja conquistó ayer la primera Liga ACB de su historia. Tras perder dos finales, a la tercera fue la vencida y el Unicaja devolvió al Tau el 3-0 que los vitorianos le endosaron en la lucha por el título de hace cuatro años. El Unicaja se convierte así en el sexto equipo que se proclama campeón de Liga y el Tau repite un doloroso subcampeonato en una temporada salvada con la Copa del Rey ganada en Madrid.

El Unicaja remontó en un espléndido último cuarto una desventaja de 11 puntos (65-54) con la que el Tau cerró el tercer cuarto, gracias al quinto triple de Garbajosa en el último minuto. Ese lanzamiento mortal del ala-pívot madrileño puso el marcador en un 72-74 que ya presagiaba la victoria definitiva de los malagueños, que supieron jugar con tranquilidad y cabeza los últimos segundos, mientras los de Tau, mientras el reloj corría a toda velocidad en su contra, pecaron de precipitación. El Unicaja basó su victoria en un parcial de 0-9 en el último período y una gran defensa en los instantes finales de un duelo resuelto de forma sorprendente por la amplia diferencia de la que dispuso el Tau.

El Tau, que fió demasiado en su tiro exterior la suerte de forzar un cuarto partido, fracasó con los triples (6 de 17) y tuvo que rendirse ante la superioridad de un rival en mejor momento de forma, con un Garbajosa de nuevo estelar -el mejor jugador de la final-, y con un banquillo de garantías. Las carencias del Tau y su debilidad mental volvieron a quedar en evidencia en este tercer duelo que acabó en polémica cuando Sergio Scariolo, con la Liga ya en sus manos, pidió un tiempo muerto a falta de sólo cinco segundos, con 72-76. Ante esa incomprensible decisión, Prigioni, el más indignado de los jugadores locales, explotó contra el italiano, al igual que la afición del Tau, que respondió con lanzamiento de objetos e insultos al entrenador del Unicaja. Lo consideraron una falta de respeto y exceso de prepotencia cuando el Tau ya no tenía ninguna posibilidad de aspirar siquiera a una prórroga. Con tangana entre algunos jugadores y Scariolo, fue un triste final para otra campaña negra para el Tau y grandiosa e histórica para el Unicaja.