Mayores y pequeños
Actualizado: GuardarMe debato yo hoy entre escribir sobre mis chicos mayores o sobre mis niños pequeños. Mis chicos mayores son los que están ahora mismo estrujándose los sesos frente al examen de Selectividad porque se juegan entrar en la carrera que desean. Mi niños pequeños son los que apuran los últimos días de clase, aunque ya más bien son de juegos, y tienen por delante más de dos meses de playa, piscina y diversión. También se lo merecen los críos después de levantarse a las ocho de la mañana durante todo el invierno.
Cuando apenas superas el metro y poco de altura, los veranos se hacen eternos desde junio hasta septiembre. Lo único que te preocupa es no aburrirte y buscar amigos para dar la lata por ahí con la bici. El verano de mis chicos mayores y mis chicos pequeños se parece mucho. Desde aquí les digo a los preuniversitarios que aprovechen todo lo que puedan porque éste va a ser el último que tengan para divertirse como auténticos niños. Después llega la Universidad y las pendientes para septiembre y se acabó, y más si encima aprovechan las vacaciones para trabajar, como una que yo conozco bien.
Hay pocos sonidos como el de un patio de recreo, pocos que provoquen una sonrisa inmediata cuando se pasa junto a la verja de un colegio. Esas risas no volverán hasta septiembre y me temo que más de una familia tiene que hacer encaje de bolillos a partir del jueves para apañárselas con los niños en casa. Mayores y pequeños terminan el curso el mismo día. Felices vacaciones para todos. (Y mucha suerte con la Selectividad, que no es para tanto).