Goles en alta definición

La emisión del Mundial de Fútbol se ha visto reflejada en la adopción de una serie de curiosos hábitos por parte de los amantes del deporte rey. La máxima prioridad de aquellos hinchas futbolísticos que no pueden desplazarse a Alemania para animar a sus equipos consiste en dotar sus salones de los equipos audiovisuales más modernos del mercado. El objetivo es claro: poder disfrutar de las retrasmisiones deportivas con la mayor calidad posible.

Esta circunstancia ha hecho que las televisiones extraplanas y los terminales de televisión terrestre digital, TDT, se hayan convertido en los productos estrella de toda tienda de electrodomésticos que se precie. De esta manera, gran parte de los comerciantes de la provincia reconocen que la venta de monitores planos de televisión ha experimentado durante los últimos meses un incremento que oscila entre el 25% y el 30%, tanto en los sistemas de plasma como en los de LCD. Además, la adquisición de aparatos de TDT ha subido entre un 30% y un 40%.

Rafael Cabrera, encargado de un local perteneciente a una franquicia especializada en electrodomésticos, aclara que la principal característica que hace que la clientela se decida por un monitor en concreto es su precio. «La mayoría de los consumidores no eligen primeras marcas, sino que suelen decantarse por marcas que ofrecen muy buenas prestaciones por precios mucho más baratos», detalla Rafael. El encargado también resalta las ventas que ha facilitado el Mundial: «La venta de televisores planos y aparatos de TDT han superado con creces a las efectuadas durante el pasado período navideño». Germán Capuchino, encargado del área de electrodomésticos de un local vinculado a una cadena de grandes superficies, discrepa con su compañero y asegura que la calidad de la imagen, y no el precio, es lo primero que mueve al cliente a realizar su compra.

Gran parte de los comerciantes coinciden a la hora de señalar determinados modelos de monitores como preferidos por los consumidores. Los compradores suelen optar por las pantallas de 32 pulgadas para su uso doméstico, mientras que los bares y los grandes establecimientos hosteleros suelen decantarse por aquellos monitores que ostentan las dimensiones máximas del mercado, como son los televisores de 42 y 50 pulgadas.

A pesar de que el precio de las televisiones extraplanas ha experimentado una considerable bajada durante los últimos meses, el desembolso para adquirir uno de estos aparatos sigue siendo un gasto considerable para la economía de cualquier hogar, ya que el precio de los aparatos suele oscilar entre los 1.000 y los 3.000 euros. Esto ha motivado que el pago fraccionado sea la alternativa más utilizada por los consumidores a la hora de comprar uno de estos televisores. La media de pagos suele estar en torno a las doce mensualidades, que son abonadas tras la entrega de una entrada.