Nombres y más nombres en la órbita del club más 'preguntón'

El Cádiz es, básicamente, un club preguntón. Es el equipo que más pregunta en toda España por la situación de jugadores susceptibles de ser fichados. No se entienda esta afirmación como una crítica, más bien al contrario, es un halago. Un claro síntoma del buen trabajo que se está llevando a cabo desde la secretaría técnica, con Alberto Benito a la cabeza y Puche, Barla y una larga lista de colaboradores trabajando en la sombra. El Cádiz parte en desventaja con respecto a la mayoría de sus rivales en la lucha por no bajar si está en Primera o por subir si toca, como toca ahora, estar en Segunda.

Por eso debe estar informado puntualmente de la situación contractual de todos y cada uno de los jugadores que, en un momento dado, pueden ser fichados. Para tratar de aprovechar oportunidades y gangas. Ese trabajo, nos consta, se está haciendo muy bien. Independientemente de que luego los fichajes cuajen o no. Y además se está haciendo en el más absoluto de los silencios. Cada día los técnicos cadistas hacen cientos de llamadas a representantes y clubes, la mayoría de las cuales al final quedan en nada, en un «gracias y hasta luego». Muy pocos son los fichajes que finalmente se concretan en comparación con los contactos que se establecen. Pero cada vez que uno de los nombres por los que se pregunta sale a la luz y se publica en prensa o se comenta en radio, parece que ya va a ser un fichaje seguro. Y no es así.

En estos últimos tiempos hemos oído hablar de Yordi, De Paula, David Prieto, Iker Begoña, Bolo, Xavi Moré, Urcelay, Lledó, Igor, Pachón, Calandria, Barkero, Charles... un montón de ellos. Y los que te rondaré, morena. La mayoría quedarán en nada, aunque probablemente alguno acabará por caer y vestirá de amarillo.

Hasta entonces, el aficionado aguarda ávido de noticias, deseoso de que se concreten incorporaciones para alegrarse si procede o cabrearse si no le gusta el refuerzo. Aunque este año está claro. Y Benito lo ha dicho por activa y por pasiva. Que nadie espere fichajes de relumbrón, porque se va a quedar con las ganas. Pues eso.