El comandante del Pentágono en Irak 'refresca' a sus tropas la ética militar
Ante la matanza de Haditha, los soldados serán entrenados en comportamientos morales y legales en el campo de batalla
Actualizado: GuardarLa supuesta matanza de 24 civiles desarmados perpetrada el pasado noviembre en la localidad de Haditha -con sobradas papeletas para superar en vergüenza y daño al escándalo de Abú Ghraib-, ha forzado la orden de «refrescar» a todos los 150.000 soldados extranjeros desplegados en Irak una serie de conceptos básicos de ética militar.
De acuerdo a las instrucciones del general George W. Casey, principal comandante del Pentágono en Irak, aunque la mayoría de estas fuerzas están cumpliendo ejemplarmente con su deber resulta conveniente durante los próximos treinta días un entrenamiento especial y obligatorio para recordar «la importancia de observar estándares legales, morales y éticos en el campo de batalla».
Como parte de esta ofensiva institucional del Pentágono, el comandante de la Infantería de Marina de Estados Unidos, el general Michael Hagee, visitó sus tropas para advertir sobre el peligro de volverse «indiferentes a la pérdida de una vida humana».
El Cuerpo de los Marines, además de congelar algunos ascensos previstos, también remitió una directiva a todos sus generales prohibiendo hablar sobre el caso de Haditha para no comprometer el proceso legal en curso y porque no conviene alimentar esta dañina historia hasta ahora sostenida con ayuda de fuentes anónimas.
Mientras los militares de Estados Unidos en Bagdad reconocieron que también se encuentran investigando «tres o cuatro» incidentes adicionales, el nuevo Gobierno de Irak decidió abrir su propia pesquisa sobre la masacre de civiles -incluidos varios niños, mujeres y un inválido anciano de 89 años-, atribuida a un pelotón de marines a las órdenes del sargento Frank D. Wuterich.
Soldados -destinados por tercera vez consecutiva en Irak-, que supuestamente perdieron cualquier noción de autocontrol tras la muerte del cabo Miguel Terrazas, víctima de una bomba trampa detonada a primera hora del 19 de noviembre del 2005 en Haditha.
De acuerdo con The Washington Post, una de las investigaciones abiertas por el Pentágono va a llegar a la conclusión de que oficiales de la Infantería de Marina de Estados Unidos presentaron falsos testimonios sobre lo ocurrido en Haditha a sus superiores, quienes a su vez no se molestaron en estudiar adecuadamente los informes disponibles. De hecho, esta pesquisa -al margen de la investigación penal que culminará previsiblemente este mes con múltiples procesamientos-, va a recomendar cambios en el entrenamiento de las tropas enviadas a Irak para hacer frente a las peculiares dificultades de un conflicto de insurgencia. A lo largo de este mes, se espera que el grupo de soldados implicado directamente en la matanza de Haditha sea procesado por múltiples delitos de asesinato, homicidio negligente, incumplimiento del deber y encubrimiento.
Aunque estos cargos todavía no se han materializado, las comparaciones empiezan a resultar casi inevitables con la matanza de varios centenares de civiles vietnamitas en My Lai, perpetrada el 16 de marzo de 1968.
Escándalo que terminó por convertirse en un marcado punto de inflexión para el respaldo y justificación de la presencia militar de EE UU en Vietnam.
Bush ha reiterado su preocupación por lo ocurrido, insistiendo en que el propio los marines son los primeros interesados en esclarecer lo ocurrido y depurar responsabilidades sin interferencias políticas de la Casa Blanca.