Ya tiene la parejita

A lberto II de Mónaco ya tiene la parejita. Un año después de haber reconocido a un hijo secreto, el príncipe ha anunciado su intención de hacer pública la existencia de otro más, en este caso una hija. La noticia, adelantada este miércoles por los rotativos franceses Le Figaro y Le Parisien, figura en el libro El lado oculto de la prensa del corazón escrito por los periodistas Léna Lutaud y Thiébault Dromard y que llega hoy a las librerías. La cenicienta monegasca es estadounidense, tiene 14 años y se llama Jazmin Grace, con un guiño a su abuela, la princesa Grace Kelly. La chica, descrita como una muchacha madura, simpática e inteligente, nació en marzo de 1992 en la localidad californiana de Palm Springs. Su madre se llama Tamara Rotolo. Se trata de una antigua camarera californiana, que quedó embarazada en el verano de 1991 a raíz de una breve relación con el entonces heredero de la casa Grimaldi.

«El príncipe y Tamara se encontraron en la Costa Azul adonde Tamara había venido con su marido de vacaciones. Estaba casada y Alberto no desconfió», explican los autores. Cuatro semanas después la mujer comunicó al príncipe que estaba encinta. Cuando el bebé cumplió siete meses, presentó la primera demanda de pensión alimenticia por importe de 9.540 dólares.

La batalla jurídica por el reconocimiento está próxima al desenlace. «En nuestro libro revelamos que el príncipe Alberto de Mónaco está a punto de reconocer a Jazmin como hija suya», señalan los autores, periodistas especializados en información económica, pero que dicen estar muy bien documentados al tener fuentes informativas de palacio. Pero las negociaciones con los abogados americanos se demoran algo más de lo previsto.

Al parecer, la adolescente duda entre dos estrategias. Una sería convertirse en un personaje del famoseo, escribir un libro y vender los derechos a Hollywood. O la otra, hacer caso a su serenísimo padre, mantenerlo todo en total discreción e instalarse a su vera para vivir en el sur de Francia. En ambos casos, parece que en el reloj darán las doce y se convertirá en una bella princesa millonaria.

En la Costa Azul ya vive su hermanastro Alexandre, de tres años. Al-berto Grimaldi reconoció la paternidad de este niño, fruto de su idilio con la antigua azafata togolesa Nicole Coste tras la revelación de su existencia en las páginas de la revista Paris Match. Ahora el príncipe ha querido evitar que se repita la historia consciente de que ya circulan fotos de Jazmin y Tamara. Pero los paparazzi aún no han conseguido captar la imagen de Alberto con su hija.

Los portavoces del principado de momento no han hecho comentarios. Eso sí, aseguran que ya no hay más descendencia secreta. Nada de boom demográfico en el diminuto país.