Cádiz 2012 - Un tiempo para el encuentro
Actualizado: GuardarNunca se ha visto nuestra provincia, y mucho menos la Bahía de Cádiz, afortunada y protagonista de grandes eventos sociales, culturales, económicos o políticos, que la hayan podido impulsar por la senda de la corrección de sus muchos déficits casi crónicos en términos de cohesión social y territorial, y sólo en el mejor de los casos, hemos sido testigos privilegiados de acontecimientos tan importantes como la Exposición Universal de Sevilla del año 92, la cual supuso un salto cualitativo como ciudad para nuestros vecinos y que en nuestra provincia dejó sólo los destellos de las multimillonarias inversiones en infraestructuras, en reconocimientos internacionales y especialmente en una proyección futura que aunque mal gestionada, no dejan de ser potencialidades que ofrecer a posibles inversores empresariales de dentro y fuera de nuestro país.
Sin la magnitud económica y mediática de lo que supuso la Expo, a Cádiz, con la conmemoración del Bicentenario de las Cortes se nos presenta una oportunidad inmejorable de sacarle la mejor rentabilidad posible a unos acontecimientos que gobernados desde la generosidad y el consenso político y social, nos debería permitir situar a la provincia y particularmente a la Bahía de Cádiz, como referente territorial más allá de nuestras fronteras.
Pero será determinante, como entenderán nuestros gobernantes locales y provinciales el concepto de «la generosidad». Hasta ahora, Cádiz ha sido cuna de grandes batallas políticas y por nuestro escenario han pasado y siguen pasando auténticos pesos pesados de todos los partidos que optan a dirigir y gobernar nuestro país, pero desgraciadamente, casi nunca ha repercutido su petición de apoyo y de votos en medidas concretas que paliaran en parte nuestro retraso y abandono en materias de empleo, protección social, infraestructuras e incluso en el reconocimiento de nuestro papel como fuente de entrada de otro continente.
Ahora, después de un gran esfuerzo reivindicativo de la ciudadanía gaditana, se nos presenta un tiempo para la esperanza, ya va siendo hora de que los gaditanos y gaditanas, principalmente las mujeres y los jóvenes, comiencen a creer que es posible que en un plazo prudencial de tiempo sus aspiraciones de futuro puedan hacerse realidad en su ámbito maternal. Hemos conseguido recuperar y corregir gran parte del déficit que teníamos en infraestructuras, tanto de comunicaciones, como industriales, o energéticas, mantenemos un sector industrial muy diversificado y con excelentes posibilidades de comenzar a generar empleo y riqueza, un sector turístico afortunadamente no muy condicionado por los desarrollos incontrolados de otras provincias, sobre el que es posible actuar de una manera equilibrada y respetuosa con el medio ambiente y, sobre todo, una posición geográfica envidiable que en sí misma es ya un gran potencial de futuro.
Por responsabilidad política y social, no podemos ni debemos desaprovechar esta inmejorable situación que nos ofrece Cádiz 2012 y otros acontecimientos significativos, como los Juegos Iberoamericanos que se celebrarán en 2010 en San Fernando, para publicitar y vender internacionalmente los valores y capacidades de nuestra provincia y para que esto sea posible tendremos que comprometer fuertemente a las diferentes Administraciones (Central y Autonómica), con sus recursos económicos e institucionales, y como no a las de ámbitos locales y provinciales, para que desde la dejación del habitual y exacerbado protagonismo político, aúnen esfuerzos en torno a esos proyectos singulares y puntuales, aunque no por ello menos interesante. Unas administraciones que deben partir desde el máximo consenso, y que deben otorgar un papel protagonista a los agentes económicos y sociales de la provincia como portadores de los deseos de desarrollo de los gaditanos y gaditanas, incluyéndolos en todas aquellas comisiones y organizaciones creadas para la organización del Bicentenario.
Ha llegado el tiempo, y además debemos no perderlo o mal utilizarlo; estos eventos deben servirnos para reforzar algunas ideas estratégicas en torno al futuro de Cádiz, si en momentos determinados convertimos a las reivindicaciones de las infraestructuras, de la industria o del sector servicios, en el elemento central del debate ciudadano, ahora toca hacer nuestro el objetivo de la cohesión social y territorial, así como el empleo, y la conmemoración del 2012 deberá ser sin ningún género de dudas un instrumento idóneo.