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'Marie Antoinette' de Sofía Coppola divide a Cannes
La película es una reconstrucción histórica con algunos elementos actuales, protagonizada por Kirsten Dunst
Actualizado: GuardarSobre el papel, la aproximación de Sofía Coppola al personaje de Ma-ría Antonieta era uno de los platos fuertes de Cannes. Pero, tras las primeras proyecciones, la película ha dividido a los espectadores, que mezclaron tímidos aplausos con algún abucheo también tímido. La visión excesivamente moderna de la última reina de Francia ha dejado perplejos a los franceses.
Con Kirsten Dunst (Spiderman) como María Antonieta, Jason Schwartzman como Luis XVI, Judy Davis como la Condesa de Noailles, Steve Copogan como el embajador Mercy, amante de la reina, y Marianne Faithfull como la emperatriz Ma-ría Teresa de Austria, Marie Antoinette muestra a una reina adolescente, ajena a los problemas del país. El filme se inicia con el abandono de la corte de Viena camino de Versalles para contraer matrimonio con el futuro rey Luis XVI. Finaliza cuando, tras la toma de la Bastilla, el pueblo invade Versalles y obliga a los monarcas a huir.
La película es el retrato de una joven de 14 años (edad que tenía cuando se casó) que nunca quiso crecer del todo y vivió aislada dentro de una corte aduladora. Rodada en gran parte en el propio Palacio de Versalles, con gran lujo de escenarios y vestuario, incluye algunos elementos muy modernos. El primero es su banda sonora, que combina la música de la época con temas pop y rock que en muchos momentos desentonan. También algún vestuario parece más próximo a la actualidad que al siglo XVIII. Y sobre todo, la visión de Maria Antonieta es la de una mujer moderna.
La película tiene en común con las dos anteriores obras de Sofía Coppola (Las vírgenes suicidas y Lost in traslation) que en los tres casos se muestran a mujeres en busca de su identidad. Sin embargo, pese al acierto de pasar del lujo y divertimento colorista del co-mienzo de la historia a la oscura tragedia operística del final, la película pierde el rumbo en varios mo-mentos.
«No he querido en ningún mo-mento hacer una película política ni buscar paralelismos con la actualidad», dijo la hija de Francis Ford Coppola en la conferencia de prensa tras las primera proyección, rodeada de sus actores y con su padre sentado entre los periodistas, pendiente de lo que decía. «An-tes de hacer la película identificaba a María Antonieta como el símbolo de la decadencia, pero tras la investigación previa al rodaje me he dado cuenta de que es un personaje de múltiples facetas, casi una niña que llegó a Francia con 14 años y que no fue consciente de lo que ocurría en el mundo a su alrededor», explicó la directora.
Kirsten Dunst corroboró esta visión del personaje: «Maria Antonieta tenía un punto de vista de las cosas muy diferente a las mujeres de su época; en este sentido creo que era una mujer muy mo-derna, Sofía me ha dado mucha libertad para interpretar este personaje histórico, que para mí ha sido una experiencia muy sensual». En torno a la banda sonora, uno de los aspectos más controvertidos del filme, la directora niega que haya sido para atraer al público adolescente: «Ni pienso a qué público va dirigida cuando hago una película, ni sé hacer cine para niños y adolescentes; el mezclar temas del siglo XVIII con otros contemporáneos ha sido para sub-rayar las emociones del personaje en cada situación y también, claro está, para dar una cierta mo-dernidad a la historia», dijo.
Producto menor
Como complemento de la jornada, se presentó también en competición la coproducción franco-belga La raison du plus faible, un correcto aunque menor filme noir. Es la crónica de un atraco perpetrado por tres amigos con problemas económicos en Lieja. Está dirigida por el actor Lucas Belvaux y protagonizada por Eric Caravaca, Na-tacha Regnier, Patrick Descamps y el propio Lucas Belvaux. Se inicia como una crónica social con algún momento de humor en torno a Lieja y sus barrios populares para tomar pronto el tono de thriller, con un atraco en el que, previsiblemente, todo sale mal.
Acogida con frialdad, la película interesa más como documento de una ciudad en crisis económica y sus gentes que por la trama en sí misma. «El cine negro habla de muchas cosas e interesa a todo el mundo. Por ello elegí este género, para mostrar a unos personajes inquietos, que lucharon por sus derechos y han ido perdiéndolos. En este sentido son muy frágiles», aclaró el director.