
Firmas y constitución
Actualizado: GuardarEl pleno del Congreso debatió y rechazó ayer una proposición no de ley del Partido Popular que planteaba la convocatoria de un referéndum consultivo en toda España en torno a las modificaciones estatutarias y constitucionales derivadas de la reforma del Estatuto de Cataluña. La iniciativa de la oposición, que no tiene antecedentes en la historia de la democracia española, había sido precedida de una recogida masiva de firmas que acreditó la capacidad de movilización y sensibilización ciudadana ante el debate generado sobre el modelo territorial. El que el Partido Popular haya forzado la máquina de la oposición recurriendo a la movilización en la calle y a las recogidas de firmas puede que no haya sido lo más acertado en cuanto al tono o tiempos de su planteamiento formal, pero en absoluto invalida una realidad política y social que al socaire de las reformas en Cataluña y Andalucía ha considerado que se podía estar realizando un revisionismo del espíritu constitucional. El azaroso camino del Estatuto de Cataluña es un buen ejemplo de que, como dijo el propio presidente del Gobierno, las delicadas reformas estatutarias solo podrán afrontarse con garantías si parten de un gran consenso y de un impecable ajuste constitucional. Y para recuperar ese camino es indispensable retomar el diálogo entre las grandes fuerzas políticas, paso que no se dio precisamente ayer en el pleno del Congreso.