Manipulado

Este fin de semana aparecía publicado que las más avezadas agencias de publicidad han creado una nueva técnica para llegar a los clientes, se trata del marketing viral. Consiste en tratar de captar al consumidor para que hable bien de tus productos sin necesidad de que éstos sean buenos. Para hacer efectiva esta fórmula se pueden utilizar varios soportes, entre ellos internet.

Entre los ejemplos más recientes, contamos con el inesperado éxito de El Koala. Seguramente, a estas alturas, todos conocen a este artista, que se ha hecho popular con un solo tema, -una sola frase, quizás- y apenas promoción. La canción, que lleva por nombre Opá, yo viazé un corrá, ha paseado por internet durante una temporada acompañada de un vistoso videoclip que presenta al protagonista de esta historia vestido de pastor y saltando entre animalitos del campo.

Tal ha sido la proyección de este individuo que el pasado sábado 5.000 habitantes de San Fernado acudieron a corear y disfrutar con este artista que no ha necesitado más que recortar las palabras para hacer las delicias de unos cuantos.

Esto me lleva a una conclusión. No somos dueños de nuestros gustos ni decisiones. Somos títeres en manos de empresarios y sus correspondientes agencias de publicidad que consiguen convencernos de que cualquier cosa es buena. Estoy segura de que cada uno de los isleños que se reuniron en torno a El Koala lo hicieron guiados por una mano invisible cuya correspondiente voz decía «Ven, ven que esto te va a gustar y además el disco no es muy caro».

Sólo lo escribo porque prefiero pensar que somos más selectivos de lo que parecemos.