TATUADA. Bimba Bosé.
Gente

Piedras de verano

Martina Klein, imagen de una nueva colección de joyas a cuya presentación acudieron, entre otros, Imanol Arias y Pastora Vega

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Zafiros de Sri Lanka (la antigua Ceilán), rubíes de Birmania, zafiros rosas de Madagascar... Son piedras preciosas procedentes de lugares cálidos del otro lado del mundo que están llamadas a refrescar el verano de quienes puedan permitírselo a este lado.

A Martina Klein, imagen de la nueva colección Veris, diseñada por lo joyeros Suárez de cara a la estación más cálida, le gusta pensar que esos pendientes de rubíes burman en talla oval y 32 diamantes talla marquise y pera de unos seis quilates o esa pulsera de oro blanco articulada que contiene casi 900 brillantes, se parecen mucho a ella. «Tenemos en común el ser coloristas y un poco arriesgados», sostiene la modelo. Piedras frías capaces de apagar la sed de lujo, pues las joyas, igual que las bicicletas, también son para el verano.

Fieles a sus raíces, los bilbaínos Suárez festejaron la presentación de su nueva colección, el miércoles, con una cena en el restaurante vasco Goizeko-Wellington de Madrid. Bronceados tras unas vacaciones en México, Pastora Vega e Imanol Arias abrieron pasarela. «Las joyas -dijo el actor- se asocian con el mundo femenino. Con las mujeres, ya se sabe, hay que estar atento a las fechas y los hombres somos muy despistados. Una forma de no olvidarlas es tener el proyecto de regalar una joya». Arias no es de hacer obsequios por el nacimiento de un hijo. «En esos casos -explicó- la sensación de regalo fue tan grande que ni siquiera se me ocurrió».

En la cena se sirvió vino tinto Malleolus, para orgullo del actor, socio de dicha bodega. Brindaron con él, entre otros, Nuria González, esposa de Fernando Fernández Tapias, la sombrerera Candela Cort, Marta Robles, Jaime Cantizano, Pepe Barroso y Mónica Silva, así como los diseñadores David Delfín, Roberto Torretta, Ángel Schlesser y Fernando Lemoniez.

Arias lucía bigote debido a que retoma el personaje de Antonio Alcántara en la serie Cuéntame. «Estaremos grabando capítulos hasta diciembre. Nos situamos en 1974, un año conflictivo en el que mi personaje va a tocar fondo. Lo más divertido es que tengo que aprender a jugar a las cartas, algo que no sé, porque yo no juego ni al mus».

Martina Klein acudió junto a su compañero sentimental, el músico Álex de la Nuez. «Tengo un anillito de compromiso. Me lo regaló Álex hace unos siete años, al conocernos. Pero, vamos, es una cosa sencilla. Nada que ver con esto», comentó la modelo deleitándose en un enorme zafiro rosa en forma de sortija. Klein y su novio están pensando en casarse. «Pero quiero armar una tan grande, cara y bonita que nunca encuentro el momento», explicó Martina. «Siempre he querido que mi hijo nos trajera los anillos caminando y ahora, con quince meses, ya puedo empezar a entrenarle». Mar Saura, con unos enormes pendientes de la misma colección, confesó entre risas que hace tiempo que no recibe una joya de regalo. «Hubo una, preciosa, en la boda. Pero una vez que se casan...».

Marina Castaño fue de las pocas que lucían joyas de cosecha propia: unos vistosos pendientes en oro amarillo y zafiros obsequio de su difunto esposo. «Camilo José tenía un gusto exquisito -contó la viuda de Cela- y estos pendientes en concreto me los compró en Suárez». Aún así, la marquesa de Iria Flavia no se considera una mujer caprichosa para las joyas. «Si acaso -confesó- para los zapatos».

Ejército de hormigas

Bimba Bosé llegó tarde a la cita porque tuvo que bañar antes a su hija Dora. Lucía una especie de camisón de lana y un sencillo colgante de plata, que quedaba eclipsado por varios tatuajes. Uno de ellos, grabado en el pecho, tiene forma de enorme corazón rojo, el otro es una cesta de flores de loto y amapolas que parten de la base del cuello. «Es un recuerdo de mi adolescencia. Me encantan las amapolas», aclaró la modelo.

Y el tercero y más surrealista, un ejército de hormigas trepándole por el brazo derecho. «Me gustan -dijo Bimba observando las hormigas-.Me recuerdan a un momento muy potente en Davidelfin. Además, un tatuaje, igual que un diamante, es para siempre».