El Valladolid mide el potencial del Ciudad Real

Los galácticos del Ciudad Real no se parecían nada a los del Real Madrid de fútbol hasta que ganaron la Copa de Europa: brillaban como se espera del equipo más caro del mundo. Pero en las últimas dos semanas padecen de titulitis, lo que les causó grandes sufrimientos ante el pujante CAI Aragón en la segunda semifinal de la Copa del Rey. La máquina manchega, que sólo fue digna de ese nombre en los últimos diez minutos, disputará la final contra el Valladolid (hoy, 17.15, La 2).

Talant Duishebáiev, el entrenador del Ciudad Real, reservó para la final al menhir de las Antillas, el francés Dinart, principal baluarte de la defensa, y la lógica indica que ése no es un acto de jactancia: su equipo es tan potente que los 14 que se visten serían titulares indiscutibles en casi todos los demás. Pero lo cierto es que se echó de menos a Dinart en la retaguardia manchega, sobre todo por el gran acierto de dos hombres del Aragón: el sueco Doder, de familia serbia, un central irregular pero a menudo brillante y eficaz; y el incombustible Mariano Ortega, a quien hace un año quisieron retirar en el Ciudad Real -le ofrecieron un puesto como técnico- y ahora sigue triunfando en Zaragoza, a los 35 años.

El islandés Stefansson y el español de origen cubano Uríos mantuvieron en el partido al Ciudad Real, que perdía 18-20 en el descanso. La puerta hacia la doble sorpresa en las semifinales de copa esta abierta.

En la primera semifinal, David Valladolid tumbó otra vez a Goliat Barcelona cumpliendo al milímetro el guión acostumbrado: dominio del partido hasta la mitad de la segunda parte, bache de cinco minutos y reacción encorajinada en los últimos minutos. El equipo del seleccionador español, Juan Carlos Pastor, acentuó el paradójico bache de los azulgrana, líderes destacados en la Liga pero jugando mal en las últimas semanas.

Por mucho que se estudien los vídeos hasta el mínimo detalle, es muy difícil frenar a cañoneros tan potentes como los dos del Valladolid, el argentino Gull y el serbio Murátovic, muy bien dirigidos siempre por el central Chema Rodríguez. En ellos se cimenta la esperanza pucelana para ganar la final de hoy.