INESTABLE. La nula seguridad exhibida por Arnau ha sido una losa grande para el Málaga.
Cádiz C.F.

Jugó con fuego y terminó quemándose

La mala gestión económica y deportiva ha terminado pasándole factura al Málaga, que tras coquetear las pasadas temporadas con el descenso, ha dado con sus huesos en la Segunda División esta campaña

Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

El Málaga está roto. Tras siete temporadas en Primera División, -pasó veinte bajo la denominación de CD Málaga- este año ha vuelto a protagonizar una película ya conocida por ellos. Pero el desenlace ha sido mas dramático, acabando con el descenso de categoría. El hombre milagro, Antonio Tapia, se vio sobrepasado por un vestuario que no le apoyaba lo suficiente, y Manolo Hierro no consiguió ser el revulsivo necesario. La mala gestión deportiva y económica de Antonio Mendoza y Serafín Roldán terminó por quemar una nave que llevaba varias temporadas jugando con fuego. Y se quemó. Con el descenso consumado, aún no se conoce cuáles van a ser los planes del club para la temporada que viene y esto ha creado bastante incertidumbre en una plantilla que no sabe a qué atenerse. Muchos han expresado su deseo de devolver al equipo malagueño a la máxima división del fútbol español, pero muchos otros están deseando tener la carta de libertad para cambiar de aires. Tras el partido del Cádiz vendrá la calma. O la marejada.

LA PORTERÍA

Arnau vuelve a decepcionar

Uno de los grandes dilemas que ha acuciado a la familia malaguista en estas últimas dos temporadas se centra en la portería. Con la irrupción de Calatayud, la alternancia casi matemática que practicó el cuerpo técnico con Arnau no terminó de convencer a nadie, ya que los protagonistas no lograron asentarse. Solución, Calata rumbo a Getafe y Arnau titular indiscutible. Sin embargo, ni con estabilidad su rendimiento ha subido, siendo uno de los grandes culpables del descenso definitivo del equipo.

LA DEFENSA

La cantera se arropa en Fernando Sanz

La política de apostar por la cantera que llevó Antonio Tapia y continúo Manolo Hierro encuentra su mayor respuesta en la línea defensiva. Fernando Sanz, capitán del equipo, aparece como eje central, pero alrededor de él se sitúan hombres como César Navas, Alexis o Jesús Gámez, el último en incorporarse al primer equipo para reforzar el lateral derecho. La llegada de Gabriel, un lateral de largo recorrido que también puede actuar como volante y que destaca por su potencia y poderío ofensivo, no surtió el efecto esperado.

EL MEDIO CAMPO

Echaron en falta la calidad de Duda

El medio campo sufrió una clara transformación. Los Miguel Ángel, Gato Romero, Manu o Duda pasaron a mejor vida por distintos motivos (traspasos, lesiones, bajo rendimiento o enfrentamiento directo con el club) y terminaron pagándolo caro. El caso del portugués es flagrante y una de las causas mayores por las que el club malacitano ha descendido. Sin él, no tenían ese hombre que desequilibrara y lo más posible es que se marche en junio y el Málaga se quede en Segunda. Una mala maniobra. La tónica habitual ha sido la de contar con futbolistas polivalentes que pueden adaptarse a varias posiciones en la medular (Juan Rodríguez, Hidalgo, Gerardo, Anderson y Bóvio), hombres con fuelle físico suficiente como para sostener el equipo y llegar con peligro a las inmediaciones del área rival.

LA DELANTERA

Peleados con el gol, síntoma de decadencia

Si hay algo de lo que siempre había podido presumir el Málaga es de contar con delanteros que aseguran goles. Dely Valdés, Catanha, Dario Silva o Baiano garantizaban entre quince y veinte goles por temporada. Este año les fallaron todas sus apuestas: Salva no ha sido ni la sombra de aquél que en la 2003/04 marcó 18 goles en 34 partidos con los blanquiazules y ni Couñago ni Chengue Morales, encontraron su racha en ningún momento de la temporada.