Prisión para un empresario valenciano por financiar un atentado de Al Qaeda en Túnez
Además de la condena de cárcel, la Audiencia Nacional le impone una multa de 1.100 euros y once años de inhabilitación absoluta
Actualizado: GuardarLa Audiencia Nacional ha condenado al empresario valenciano Enrique Cerdá y al paquistaní Ahmed Rukhsar a cinco años de prisión a cada uno por haber financiado a través del supuesto número tres de Al Qaeda, Khalid Shaykh Mohammed, un atentado perpetrado contra una sinagoga en la isla de Yerba (Túnez) en abril de 2002. En su sentencia, dictada seis meses después del juicio, la sección segunda de la Sala de lo Penal considera a ambos autores de un delito de colaboración con organización terrorista y, además de la condena de cárcel, les impone sendas multas de 1.100 euros y once años de inhabilitación absoluta.
Cerdá, alías "Kike", y Rukhsar fueron detenidos en marzo de 2003 en Valencia y Logroño, respectivamente, en el marco de una comisión rogatoria cursada por Francia al aparecer sus nombres entre la documentación incautada a ocho personas detenidas en el país galo por su presunta relación con el atentado contra la sinagoga de Yerba, en el que murieron una veintena de personas. El tribunal considera probado que Cerdá y Rukhsar "contribuyeron, con la realización de diversas actividades, a la realización del atentado terrorista". En concreto, Cerdá, por medio de la empresa familiar "Hispania Calcomanías", "mantenía relaciones financieras" con el huido en esta causa Essa Ismail Muhamad, alías "Issa de Karachi", "mandando dinero a las personas que éste le ordenara, por medio de talones, cheques y pagarés".
"Como consecuencia de esta actividad que Enrique Cerdá mantenía con 'Issa de Karachi' surge también la relación con Khalid Shaykh Mohammed", detenido en marzo de 2003 en Pakistán acusado del atentado perpetrado en 1993 contra el World Trade Center de Nueva York y de planificar el 11-S, explica la sentencia. "Este individuo -sostiene el tribunal-, como Jefe del Comité Militar y responsable de la operaciones exteriores de la organización terrorista islámica conocida como Al Qaeda planificó el atentado contra la sinagoga de 'La Ghriba', dando la orden de su realización al conductor suicida Nizar Ben Mohamed Ali Bechir Naouar". Shaykh, prosigue la sentencia, entregó el número de teléfono de Cerdá al suicida y para contactar con el procesado "debía identificarse como Abdallah Jafer y dejar el recado: 'Essa' o 'Issa de Karachi' tiene un regalo de 5.720 euros".
El número de teléfono de Cerdá apareció también en poder de otros implicados en el atentado de Yerba como Daniel Yusuf Morgenegg, a quien Shaykh llamó por teléfono "para informarle de que la 'boda' de su hermano iba a ocurrir muy pronto y que esperaban la llegada de 'Kike'". Shaykh dio instrucciones a Morgenegg para que contactará con "Kike", "haciendo hincapié en que no tenía que olvidar de informar a los otros de lo referente al regalo de "Essa" por valor de 5.720 euros". Además, el hermano del suicida, Salid Naouar, llamó el 16 de marzo de 2003 en seis ocasiones a Cerdá y, tras una conversación entre ambos "de poco más de dos minutos", Salid Naouar realizó varias llamadas a Belgacem Naouar y a su hermano en Túnez, así como a Shaykh.
Transacciones de millones de euros
En el registro de la empresa de Cerdá fue intervenida diversa documentación relacionada con "Issa de Karachi", entre la que destaca una factura donde se le pide al acusado la mitad del importe que asciende a 6.500 euros.
En cuanto al procesado Ahmed Rukhsar, propietario de una tienda de alimentación, habilitada también como locutorio, llamada "New Lagpal", la Sala señala que "de la investigación realizada se ha podido determinar que los movimientos económicos realizados por Rukhsar ascienden a más de dos millones de euros en un periodo de escasos meses". Añade además que Shaykh también dio instrucciones a Nizar Naouar para que se pusiera en contacto con este acusado, aunque finalmente no se produjo esa comunicación "al no identificar Ahmed Rukhsar la contraseña".
En el registro de su locutorio se encontró la fotocopia de una hoja de transferencia por valor de 9.500 euros a la cuenta de "Issa de Karachi" de fecha de 18 de marzo de 2002. El 10 de abril, un día antes del atentado en la sinagoga, Rukhsar realizó otro ingreso de 6.000 euros a la cuenta bancaria de Essa Karachi que "era gestionada por el coacusado Enrique Cerdá".