Rubalcaba garantiza que la paz en el País Vasco respetará la memoria de las víctimas
Actualizado: GuardarEl titular del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, garantizó ayer que el Ejecutivo trabaja para lograr la paz en el País Vasco con el respeto a la «memoria de las víctimas» del terrorismo como eje fundamental. En un mitin en Valladolid con motivo de los dos años de Gobierno socialista, el ministro expresó su convicción de que el «principio del fin» de ETA puede ser una realidad. El político socialista apeló a la expresión utilizada por el presidente del Gobierno, José Luís Rodríguez Zapatero, para resaltar que si se ha llegado a esta fase en la que se vislumbra un posible final de la violencia en Euskadi es «porque los demócratas lo hemos hecho bien y nunca hemos desistido en nuestras convicciones y valores».
«Vamos a dedicar estos años que nos quedan por delante de legislatura para convertir lo que hoy es una esperanza en una realidad, la paz», aseguró Pérez-Rubalcaba, quien dijo que el Gobierno buscará el fin de ETA con «firmeza, determinación, generosidad y unidad» y, sobre todo, con el recuerdo de los damnificados del terrorismo. Así, insistió en que el Ejecutivo tendrá muy en cuentan «la memoria de las víctimas porque ellas son las que más pagaron y las que más duramente sufrieron los zarpazos del terrorismo».
El capítulo de las víctimas fue el único aspecto en el que el ministro alabó la actitud del PP porque, tras elogiar las palabras de Mariano Rajoy después del alto el fuego permanente de ETA, Alfredo Pérez Rubalcaba arremetió sin ambages contra el Partido Popular, al que acusó de ser cada vez»más radical y más inmovilista», no sólo en la política antiterrorista. Contrapuso la «crispación, los desvaríos e insultos» a los resultados positivos del Ejecutivo en temas como el empleo, el aumento del salario mínimo interprofesional que beneficia a 400.000 ciudadanos, las políticas sociales y las mejoras en servicios como la sanidad.
Críticas
Pero la diana de las críticas del ministro del Interior se situó en la reforma de los estatutos. Calificó de «rigurosamente inconstitucional» la iniciativa del PP de recogida de cuatro millones de firmas para celebrar un referéndum, al tiempo que interpretó que las acciones de la derecha mantienen un «tufo de catalanofobia».