La Balona se da de bruces contra un Cádiz B brillante

Una primera mitad perfecta del Cádiz B frenó en seco la escalada de la Balona, que con un juego en defensa nefasto encajó una goleada y pierde comba en la pelea por los puestos de liguilla.

No habían transcurrido ni tres minutos cuando Durán abría la cuenta con un sensacional disparo de falta directa desde el borde del área que se colaba por la escuadra de la meta defendida por Miguel Ángel.

Un minuto después, su tocayo culmina una gran jugada cruzándole el balón al palo derecho y estableciendo el 2 a 0 en el marcador. La defensa albinegra hacía aguas y pocos minutos después el propio Miguel Ángel hacía el tercero tras aprovechar un pase de Chico, que evitó que la bola se fuera por la línea de fondo.

Viendo que la contienda amenazaba con convertirse en una fiesta de goles de los amarillos, los de Procopio se lanzaron a lo loco arriba, y ello les costó que, en un desbarajuste en el centro del campo, Carlitos robara un balón y se lo entregara a Durán, que de un disparo raso batía de nuevo a Miguel Ángel y hacía el segundo en su cuenta particular.

Con un incontestable 4 a 0 y con el orgullo tocado, la escuadra campogibraltareña se decidió a forzar la máquina, y los frutos llegaron con un gol de Trigueros tras rechace de Dani a tiro de Diego López. Las dos mejores bazas en el día de ayer de los visitantes se encargaron de colocar el gol de la honrilla en el marcador (4-1), con el que se llegaba al descanso.

Con fe pero sin eficacia

Procopio quiso lavar la cara del equipo y apostó por quitar a un defensa y jugar con un delantero más. La entrade de Charly y Caro dio otro color al juego de la Balona, que lo intentaba con mucha fe pero que apenas inquietaba la portería de Dani. Tan solo un testarazo de Pedro Trigueros a pase de Diego López que se estrelló en el larguero en el minuto 90-de nuevo los dos mejores en acción- creaba algo de peligro.

Sin hacer más que los balonos, el conjunto de Antonio Calderón -que ayer le ganó la partida a su amigo Raúl Procopio- consiguió hacer el quinto y definitivo, obra de Carlitos, que se resarció de un penalti marrado minutos antes.